Tras la partida esta temporada de piezas fundamentales en el medio campo del Real Madrid como Xabi Alonso y Di María, se creó una incógnita sobre qué jugadores podrían suplir correctamente la ausencia de “El Fideo” y de “El Profesor”. El mercado de fichajes trajo a dos hombres de renombre que pueden jugar en la mitad de la cancha, el alemán Toni Kroos y
Con la salida de Alonso y la llegada de Kroos, todos sabían que la vacante dejada por “El Tolosarra” iba a ser ocupada por el jugador alemán. Con la ida de Di María a Inglaterra, el Madrid se quedaba sin el que muchos llamaron “el motor del equipo”, porque era capaz de atacar con contundencia y apoyar muy bien en defensa. Es un jugador que, literalmente, lo hace todo.
El foco se centró en James, quien tras un gran Mundial y por el alto costo de su fichaje, la afición esperaba que el jugador cafetero demostrara toda su calidad desde el primer partido. Rodríguez tuvo un inicio flojo y discreto, a pesar de haber anotado un gol en la Supercopa Española contra el Atlético de Madrid. Pero lo cierto es que todo el equipo venía flojo desde la pretemporada, donde no lograron sumar victorias.
El 2-0 al Sevilla en la Supercopa de Europa fue un “espejismo”. El equipo merengue deslumbró a todo el mundo y desplegó un gran juego por toda la cancha, venciendo a su rival con facilidad. El madridismo se sentía invencible, quizás aún con la resaca de “La Décima” encima, pero todo cambió cuando comenzaron las pruebas fuertes del calendario.
Los blancos de mostraban incapaces de crear el juego que los llevo a la gloria hace apenas unos meses, el centro del campo no tenía química, Ancelotti probaba alineaciones y cambiaba jugadores de posición para ver si lograba encontrar el juego que su equipo había olvidado, pero los experimentos no daban frutos.
Artículo hecho por @MarcoRuiz07
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