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martes, 3 de febrero de 2015

VIVO EL FÚTBOL ¿CUÁL ES MI DELITO?


Hace unas semanas, en la previa de un partido liguero en Madrid, saltó la noticia que tras una pelea entre aficiones de ambos equipos, un hincha del visitante estaba grave por traumatismos, hipotermia y parada cardiorrespiratoria, poco después, se conocía su muerte. Tras esto, la LFP actuó rápido y puso medidas para que no se volviese a vivir un episodio tan negro cuando, precisamente, poco antes los clubes españoles habían apoyado la campaña de la "no violencia en el fútbol".

Aquí es donde saltó la polémica ¿en qué momento la Liga y su señor presidente empezaron a ver a las aficiones españolas -aficiones que en muy pocas ocasiones han dado ruido mediático, dicho sea de paso- como si todos fueran locos, asesinos y violentos? Ya no solo hablamos de los ultras, hablamos de que ya es cualquier aficionado a quien ven como un peligro público ¿debe aguantar una afición entera que los miren cuales criminales porque cuatro locos que no representan a su equipo se hayan matado con otros cuatro locos que tampoco representaban al suyo?

Hay muchas personas, yo incluida, que encontraba en un partido de fútbol un momento de desconexión, noventa minutos en los que dejaba de pensar en todo lo que nos rodea habitualmente, o diariamente mejor dicho, para disfrutar de su equipo, de su estadio y de los aficionados y ultras pacíficos que solo quieren ver a su club, porque los hay, pero ¿ahora? La misma "Ley Mordaza" que el gobierno tiene impuesta a los ciudadanos para que no se quejen públicamente de las chapuzas que ellos hacen, esa ley, está imponiéndose en el fútbol también. Si algo te molesta, te sale caro expresarte, mejor callar para que nadie pueda darse por aludido.

¿Cuántos años lleva habiendo insultos en el fútbol y nadie nunca había hecho nada por cambiar eso? Que uno le grite "canalla" a un entrenador o "borracho" a un jugador, no habría que considerarlo insulto si al afectado parece no importarle, porque ese tipo de crítica suena a niñería, se ignora y no se le da la importancia que no tiene. Distinto son los insultos racistas, tantos "mono" o "negro de... lo que sea", esos sí son dignos de multa. A este paso y, permitiéndome exagerar, los partidos serán con gradas fantasma porque no dejarán pasar ni al recogepelotas.

Cada vez son menos las cosas que se pueden decir o hacer, son ilógicas las denuncias por parte de los árbitros para quejarse sobre un mal comportamiento en una afición, como por ejemplo, en la pasada jornada 22, en el Real Betis - CE Sabadell, el colegiado acusó que se mostró una bufanda acordándose de una manera no muy bonita de la madre del eterno rival, o para ser más claros, "sevillista hijo de puta", cuando esa bufanda lleva a saber cuantos años entrando y saliendo del estadio, sobreviviendo a días de calor, de lluvia y de derbis ¿y va a venir ahora usted señor Tebas a querer quitarla? ¿Dos o tres bufandas así entre las miles que hay? Tampoco creo que fuese necesario dejar dicho que los Supporters estaban de pie ¿o es que acaso ver el partido levantado es signo de violencia?

Esto me lleva a temerme que se carguen el fútbol tal y como es -que ya está bastante mal gracias a anteponer el dinero al sentimiento-. Si quieres ver a tu equipo, no cantes, no animes, no sonrías, no grites, no insultes y no des palmas... que emoción ¿eh?.

Por querer eliminar a los violentos, están creando más violentos, porque aguantar todo esto hace que se enerve la sangre y te vuelvas desafiante, si me prohíbes insultar, te insultaré más, así estamos. Si quieren erradicar las malas conductas ¿por qué no empiezan por ellos mismos? Que les den a los árbitros clases de como arbitrar, de como y cuando sacar tarjeta, de como sancionar sin que se mire el nombre y el equipo antes que la acción realizada en sí. Esa igualdad en el arbitraje ayudará mucho a evitar los insultos, todo va en cadena.

Aunque... ¿para qué? Si quiero seguir insultando, insultaré, se pongan las medidas que se pongan, porque eso es desahogarse y va de la mano del fútbol. Si quiero seguir picándome con mi eterno rival, lo hará, porque es una rivalidad histórica y es problema mío lo que haga o diga. Que no venga un señor con traje y corbata sin conocimiento absoluto de fútbol a decirme como vivir mis 90 minutos de felicidad.




Ana Gutiérrez Bando (@anita_bando)

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