Pages - Menu

lunes, 6 de julio de 2015

ARDA TURAN, ¿HÉROE O VILLANO?


Ya es oficial. Arda Turan dejará el Atlético de Madrid para unirse a sus nuevos compañeros del Fútbol Club Barcelona en enero de 2016. El centrocampista turco pone fin así a su etapa en el club del Manzanares, donde los últimos 4 años llegó a ser un ídolo para la afición colchonera, a la que regaló su magia, su pausa y su exquisita calidad.

El futbolista turco, que esta temporada tal vez no rindió al nivel esperado y se mostró más irregular de lo normal, se marcha semanas después de que su agente declarase que estaba negociando con otros clubes porque quería dejar el Atlético. Ni afición, cuerpo técnico ni directiva se esperaban eso de un jugador al que se le había mimado y estaba entre los más pagados, con lo que el futbolista empezó a ganarse la hostilidad de un sector importante de la afición.

Y esque no es fácil decidir qué pesa más, si la estancia del futbolista durante 4 años en los que en incontables ocasiones maravilló al Calderón, o las formas y que el turco expresase su deseo de salir y además marcharse a un club rival como el Barcelona.

En la hoja de ruta de Arda Turan en su etapa rojiblanca destacan multitud de goles (muchos de ellos golazos), asistencias, regates, controles, toques de calidad, recuperaciones... Era sin duda el jugador con más clase de la plantilla, un fijo en el once y una de las debilidades del Cholo Simeone, con el que el jugador turco encontró su mejor versión. Pero por otro lado también destaca su irregularidad, su "habilidad" para desaparecer en algunos partidos, su bajo nivel físico (lo que le obligaba a ser sustituido con frecuencia y a perderse partidos por lesión) y sus salidas de tono, como la de la famosa bota al árbitro asistente o su expulsión en la vuelta de cuartos de la Champions. A pesar de todo esto, era un jugador amado por la afición y por todos, un mago suelto en la ribera del Manzanares, el futbolista más "pícaro y travieso" del Calderón.

Pero todo esto no ha valido para que muchos valoren su salida como una traición, abandonando el club para cobrar más en un rival directo por los títulos. Tampoco sentó nada bien sus quejas hacia la exigencia física que exigía el Cholo, ni las formas que usó su representante para anunciar su salida.

Estamos entonces ante un caso de idolatría compartida con odio, y en casi todos los atléticos se produce ahora mismo, ahora que se ha oficializado el traspaso, un dilema entre seguir amando y respetando a la que fue una de las estrellas del mejor Atlético de Madrid de la historia, o por otro lado odiar y considerar un Judas a un futbolista que se fue por las pesetas, traicionando al club que al fin y al cabo le llevó a la gloria.

Artículo hecho por Carlos Huete (@wetefuenla)

No hay comentarios:

Publicar un comentario