lunes, 11 de abril de 2016

DESCANSA EN PAZ, JAIRO

Hoy es lunes, y me he despertado con cierto sentimiento de tristeza. Y no me refiero al maravilloso resultado cosechado en la tarde de ayer por el Tenerife en el feudo del hasta entonces líder (el Deportivo Alavés) y que permite a los blanquiazules a seguir soñando con optar a los puestos de promoción por el ascenso a la máxima categoría del fútbol español.


Como muchos sabrán, este fin de semana nos ha dejado una noticia escalofriante, el fallecimiento del joven Jairo Martín, el cual, formó parte de las categorías inferiores del Club Deportivo Tenerife y que, actualmente, militaba en las filas del San Lorenzo. Contaba con solo 21 años, y por caprichos del destino, cuando se encontraba en el asiento trasero del coche de un amigo, colisionaron con un vehículo de la Guardia Civil, llevándose la peor parte el malogrado futbolista sureño.

Un servidor no tenía el placer de conocerle en persona. Al parecer, se trata de una familia muy querida (su padre es el actual concejal de deportes en el municipio de San Miguel de Abona).

Aquí, en el sur, el fatal suceso corrió ayer como la pólvora. Cuando, como cada mañana de domingo, me disponía a disfrutar de mi otra pasión (el ciclismo de montaña), un conocido me dio la fatídica noticia. Posteriormente me dispuse a echar un vistazo por las redes sociales y pude apreciar el gran cariño que le tenían al chico. Me paré a leer cientos de comentarios de familiares y gente que lo conocía y enseguida llegué a la conclusión de que era una gran persona, deportista y muy querido por todos y cada uno de sus allegados.
Su ausencia deja un gran vacío en todos aquellos y aquellas que algún día formaron parte de su vida. Todos destacan su sonrisa y buen humor y sus ganas de vivir. Todo fallecimiento es triste, pero aún lo es más cuando se trata de una persona tan joven y con tantas ganas de comerse el mundo.

Si me permiten, me gustaría terminar este artículo con una pequeña reflexión.

En la vida, como en el deporte, son las pequeñas cosas las que dan la felicidad. Todos debemos aprovechar al máximo nuestro tiempo. Si tu sonrisa depende de un abrazo, de una conversación con un amigo, de hacer deporte o de estar con tu familia, considérate afortunado, ya que eso es algo que está al alcance de todos.

No se me caen los anillos por admitir que este tipo de hechos me afectan y me hacen parar a reflexionar sobre mi ritmo de vida y sobre todo lo que me rodea. La gente no entiende que una “simple” victoria del Tenerife o perderme con mi bici por los miles de maravillosos rincones que ofrece nuestra tierra me alegre tanto la semana, ya que forman parte de esas “pequeñas cosas” que me dan la felicidad.

Desde aquí envío mucha fuerza a los familiares y amigos de Jairo, el cual, nos ha enseñado que la vida puede ser corta pero hay que vivirla con alegría y haciendo lo que te haga feliz.
Artículo hecho por Adal Quintero

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