Con la permanencia prácticamente en el bolsillo, el Betis ha dado por cumplido el objetivo de una permanencia en una temporada que en muchos matices importantes se ha acercado a lo aciago: La escasez de goles, las abundantes penosas imágenes ante los rivales - sobre todo en casa -, así como las nuevas derrotas ante el eterno rival, han dejado claro que el presupuesto no era suficiente como para poder obtener algunos puntillos de más. No hubo partido alguno de los 41 oficiales jugados - incluyendo Copa - en que este equipo demostrara una superioridad suficiente. Pudiera parecer casi increíble, pero posiblemente ese apunte no existió jamás en la Historia escrita en blanquiverde. Más no parece que nada de esto vaya a cambiar en los casi próximos intrascendentes partidos.
La más que presumible llegada del nuevo director técnico, que debe ir pareja al fichaje de un entrenador más contrastado, ha de tener en cuenta que se afrontará un mayor presupuesto, pero también, a su vez, de nuevo la difícil papeleta de las bajas y cesiones. A todo ello se sumará el hecho de intentar mantener la corta columna vertebral del equipo, formada por 4 o 5 hombres, algunos de ellos de baja cláusula o procedentes de cesión. Todo parece indicar otra purga, similar al del anterior ejercicio, dando la impresión que podría llegar de nuevo otra cantidad ingente de jugadores; eso quiere decir que si las cosas no se aceleran y se vuelve a la lentitud, se podrá repetir el asunto de la " falta de acople ". Mas esperamos que ninguno de los nuevos vuelvan a estar faltos de forma, cosa esta muy habitual cuando el presupuesto no da y hay que fichar casi lo que sea, o bien cuando el comisionismo es lo que manda. Un club serio o que pretende llegar a serlo no puede permitirse tal desmán.
Por lo tanto, a menos que se presenten cambios institucionales en la nave bética que deriven en la llegada de un hombre fuerte dispuesto a invertir sin repetir los errores del pasado ( ya sea Lopera u otra fuerza nueva ), en que se delegue y se esté dispuesto a engancharse a la modernidad. En el caso de los actuales, ya saben a qué atenerse sin más de lo que el club u otros ingresos extras vayan generando. Pero en cualquiera de los casos, las únicas palabras que definirán el éxito y en blanco serán éstas: CONTINUIDAD y AMBICIÓN. De lo contrario, el martiriologio de nuestra Historia volverá a ser implacable de nuevo.
Artículo hecho por (Rafael Medina Delgado)
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