"UN CAPITÁN ES EL ÚLTIMO EN ABANDONAR EL BARCO"

Solo queda un día. Uno, para verte por última vez llevar esta camiseta. Defender esas trece barras que llevas honrando desde hace seis años.Voy a hacer este artículo de manera más personal, hablando únicamente desde mí, para un ídolo.

Echo la vista atrás, pienso en todos los recuerdos que se me viene a la mente y no se por donde empezar, me bloqueo para poner en pie un agradecimiento digno, a tu altura. Luego recuerdo que no hay palabras suficientes para darte las gracias que mereces.

Verte portar el brazalete de capitán del Real Betis Balompié, entrar en el top 10 de goleadores históricos, haberte llevado 77 goles a tu bolsillo, haber sido líder y cimiento de este equipo de manera silenciosa y humilde y aún así haber demostrado más beticismo y entrega que cualquiera que venga besando el escudo desde el primer día, tú te has encargado de mostrarlo con cada partido, con cada gol.

Si me preguntaran que con cual recuerdo me quedo de ti de estos seis años, me negaría a elegir uno, porque nop uedo quedarme con uno. Me quedo con tus dos hat-tricks ante Xerez y Cartagena, con tus goles de UEFA ante el Jablonec, con tu gol que nos llevó a Europa ante el Levante, con tu gol ante el Alcorcón que nos consolidó como equipo de Primera y con todos los que nos fueron marcando el camino a casa. Me quedo con esa sociedad de oro que has formado este tiempo con aquel con el que te encontraste en 2010, con Rubén, que cada jugada compartida, cada celebración juntos, cada gol cedido el uno al otro, era euforia traducida al beticismo. Me quedo con cada vez que te has parado con los aficionados, cada foto que jamás has negado y, porqué no, aunque -obviamente- ni te acuerdes, yo me quedo también con ese audio que recibí gracias a una amiga y que oí mil veces seguidas porque ni me lo creía y cambió mi día, aunque para ti fuese un simple saludo a una tal Ana desde el móvil de una aficionada más en ese entreno. Me quedo con tus lágrimas en tu despedida. Me quedo con todos los segundos que has sido jugador verdiblanco.

Solo deseo que aquel cual sea tu destino ahora, que te vaya fenomenal, que llegues con buen pie, que te quieran, te valoren y te idolatren como mereces que hagan, porque de verdad que no mereces recibir menos. Que no olvides nunca que aquí está tu familia y que tendrás siempre las puertas abiertas, para cualquier posible regreso.

Has sido un digno capitán de este, por desgracia, irregular barco. Un barco que tendrá escritas siempre en letras de oro tu nombre en su historia, porque lo mereces, por ser un profesional de los pies a la cabeza, de los que ya no hay en el fútbol. Has recibido críticas, porque nadie está libre de ellas, y yo he sido testigo de muchas de ellas, la mayoría, inmerecidas durante este tiempo aunque ahora te reconozcan lo que tendrían que haberte reconocido siempre. Pero a mi no me va a quitar el orgullo de decir que eres mi ídolo, de lucir tu camiseta, la de un jugador que me hizo creer en la humildad dentro de un mundo que el negocio se la robó hace mucho.

A pesar de que aún quede un superviviente del equipo que se formó desde que llegases, gracias por ser el último en abandonar el barco, aunque tú jamás lo has abandonado, más bien te han dejado marchar. Sea como fuere, por todo y por tanto, gracias y suerte capitán.

Artículo hecho por Ana Guitiérrez (@anita_bando)