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miércoles, 28 de diciembre de 2016

Y EL GATO BAJÓ DE LA PALMERA

El año 2016 se cebó con el Levante, que cambió dos veces de entrenador y consiguió una única victoria como visitante.

El verano se presentó como optimista en Valencia con las llegadas de Deyverson (2M), la vuelta de Mariño, tras rescindir con el Valladolid y la llegada de Feddal, con la intención de hacer olvidar a Loukas Vyntra.


Pero pocas fueron las alegrías para la afición granota desde la presentación de una oferta de compra por parte de Robert Sarver, que provocó una grave guerra civil en la dirección del conjunto de Orriols, entre los 'ProSarver' y los 'AntiSarver'.


La temporada comenzó del mismo modo que terminó la anterior, con Lucas Alcaraz al frente del equipo, y su típica defensa de 5, confiando en marcar las pocas ocasiones que se generan arriba, cosa que nunca llegó a pasar, por lo que el actual entrenador del Granada fue despedido tras la aplastante derrota ante el conjunto txuri-urdin por 0-4.

A los pocos días se anunció la contratación de Joan Francesc Rubi, un ex-futbolista de Segunda B y que como entrenador llegó a formar parte del cuerpo técnico de Tito Vilanova en el FC Barcelona, con el que se esperaba que el equipo volviese a la senda de la victoria.

El partido contra el Sporting en El Molinón reavivó las ilusiones de una afición que, hasta el momento se veía con medio pie en Segunda División, pese a que en los anteriores partidos se había visto un juego aceptable por parte de la escuadra levantinista.

El mercado de invierno trajo un regalo que, sirvió para unir a toda la afición al grito de ''SÍ SE PUEDE'', y fue, ni más ni menos que Giuseppe Rossi, el ex de Villarreal o Manchester United, entre otros.

Los 6 goles anotados por Rossi en sus 17 partidos no evitaron la condena a la que poco a poco se iba arrastrando el equipo, el impronunciable descenso, que apareció en el empate a 2 contra el Athletic, y se confirmó tras la derrota contra el Málaga en La Rosaleda.

Pese a ser un equipo matemáticamente descendido, aún quedaba recibir la visita del Atlético, al que se le ganó por 2-1, e ir a Vallecas a jugar el último partido en Primera, y que más tarde sería también el del Rayo.

El partido terminó con una victoria del Rayo, que tampoco consiguió salvarse por la victoria del Sporting al Villarreal, aunque ese partido también fue el último de Juan Francisco García, que tuvo que abandonar el terreno de juego en el minuto 36 por una lesión, con él, se terminaba una época dorada del levantinismo (ascenso y Europa League).

El verano se presentó negro con la constante salida de jugadores que, decidieron aceptar propuestas de la élite que no supieron defender unos meses atrás, y con la marcha de Manolo Salvador, que triunfó con los fichajes de Koné o Felipe Caicedo, pero que tuvo numerosos fallos en los pasados cursos.

Tito se erigió como su sustituto y decidió fichar a Muñiz para que fuese el timón de una plantilla a medias, en la que todo eran rumores de fichajes que, se acababan yendo a otros equipos, como Guitián o Jorge Molina, entre otros.

Los fichajes que pidió expresamente Muñiz ya comenzaron a funcionar en Los Pajaritos, donde el Levante comenzó a mostrarse como uno de los favoritos al ascenso, con un juego bastante atractivo que opta por tener el esférico.

Avanzado el calendario, el Levante tiene un colchón de 7 puntos sobre el segundo, que es el Girona, y con una perfecta armonía grada-equipo, fundamental para cualquier equipo que quiera cumplir sus objetivos.

Ahora que es Navidad, sólo toca hacer la carta y pedir dos cosas:

Que el equipo siga funcionando como ha hecho hasta ahora.
Que José Morales recupere el ritmo al que nos tenía acostumbrados. 

Artículo hecho por SMartínez (@DrAlesby11)

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