Grandes noticias para ambos conjuntos en el duelo disputado esta tarde en el Camp Nou entre el Barcelona y el Athletic de Bilbao. La mejor de todas, la vuelta de Yeray al eje central de la defensa bilbaína tras superar una operación de cáncer de testículos.
Luis Enrique enloqueció con las rotaciones en el día de hoy,
pero tuvo un buen motivo. La proximidad de la vuelta de semifinales de la Copa
del Rey ante el Atlético de Madrid el próximo martes. Mathieu y Aleix Vidal en
los laterales, André Gomes en el pivote o Paco Alcacer de delantero centro,
fueron las más destacadas, con unas buenas prestaciones generales de los
protagonistas.
Por su parte, Ernesto Valverde sorprendentemente dejó fuera
del equipo a Beñat y Aduritz, seguramente para primar la fuerza y el músculo en
el centro del campo y la velocidad de Iñaki Williams arriba.
No le salió mal su planteamiento porque antes de los
primeros cinco minutos, Raúl García ya había mandado un balón al palo de la
portería de Ter Stegen y su presión a la defensa culé provocaba muchos robos de
balón en zonas peligrosas que desesperaban a Luis Enrique.
De todas formas, el Barça hoy contaba con la baza de un
Neymar estelar, que guio a su equipo para llevarlo hasta la victoria. En el
minuto 16, una internada suya por la izquierda fue aprovechada por Paco Alcacer
para marcar su primer gol oficial con el Barça, desde el primer palo de la portería
de Gorka. Gol importante para él y para el equipo, que abrió la lata cuando no
estaba siendo superior a su rival.
El gol no calmó los ánimos de ambos equipos y los
rojiblancos seguían presionando conscientes que llegaría su oportunidad. Así
fue, pero no estuvieron acertados de cara a gol, a pesar de contar con un
Williams muy incisivo, que puso en verdaderos apuros a Ter Stegen. Por su
parte, los azulgrana, sin un centro del campo fiable y un André Gomes errático,
seguía perdiendo balones y no conseguían conectar con la delantera, cosa que
provocaba que Neymar y Messi bajaran a recibir balones y jugaran lejos de la
portería rival.
Cuando mejor estaba jugando el Athletic de Bilbao, una falta
lateral sobre Aleix Vidal, la clavó Messi en la portería de Gorka, con una
rosca que sorprendió a propios y extraños. Nadie sabe cuál es el límite de este
jugador y qué no es capaz de hacer.
Mazazo duro para el Athletic antes del descanso, que lo
acusaría el resto del partido. Nada más empezar la segunda mitad, ya se vio que
habían bajado los brazos y, a pesar de sus esfuerzos no conseguían reducir
distancia en el marcador.
Incluso Luis Enrique se permitió el lujo de cambiar a Piqué,
por una sobrecarga en el aductor y a Messi, a media hora del final, por
descanso, pensando ya en la semifinal de la Copa del Rey.
Ernesto Valverde aún mantenía su esperanza dando entrada a
Beñat y Aduritz, pero nada cambió y el Barça no vio peligrar la victoria en
ningún momento.
La guinda del pastel la puso Aleix Vidal en el minuto 67,
que convirtió una cabalgada suya desde la derecha, en un golazo cruzando casi
todo el campo y sin darle oportunidad a Neymar de rematar a portería.
Victoria redonda para los culés en su intento de persecución
del líder, dando descanso a hombres importantes y con los suplentes dando un
paso al frente, haciéndole ver al entrenador que también puede contar con
ellos.
Artículo hecho por Meri (@Mtenas)
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