Villarreal y Málaga no pasan del empate en el partido que abría la jornada dominical, en gran medida, porque el árbitro del encuentro fue el principal protagonista en el buen partido que ofrecieron ambos equipos. No tuvo su día, ya que el Málaga fue el principal damnificado al no señalarle un penalti claro sobre Charles en el minuto 54 de la segunda parte con el resultado de 0-1.
El partido se presentaba con la necesidad de ambos conjuntos por conseguir con ahínco la victoria, porque había mucho en juego. Para el Villarreal haberse llevado al victoria supondría haber recortado puntos tanto a la Real Sociedad como al Atlético de Madrid, ya que ambos están por encima del conjunto amarillo en la tabla. Para el conjunto costasoleño haber ganado en el campo del Villarreal supondría haber conseguido la primera victoria desde la llegada de Marcelo Romero.
La primera parte estuvo marcada por la intensidad con la que ambos conjunto saltaron al verde del Estadio de la Cerámica y a su vez, por las ocasiones de uno y de otro equipo. Fue en el minuto 13 cuando un centro de Rosales desde la banda izquierda que Charles remata con un buen testarazo elevándose sobre los centrales del Villarreal para superar a Asenjo y abrir la lata en el luminoso. El Villarreal no se echó para atrás y lograban acumular ocasiones claras. En el minuto 32. el delantero asturiano Adrián López marcó, pero su gol fue anulado por posición antirreglamentaria. Se llegó al tiempo de descanso y es en la segunda parte donde entró en escena la figura del árbitro.
En la segunda parte, no se había llegado a la hora de partido cuando se produjo la jugada más polémica del partido, en la que los jugadores del Málaga recriminaron al árbitro un empujón de Trigueros sobre Charles, cuando éste se preparaba para rematar a portería. El árbitro hizo oídos sordos y no castigó la pena máxima, lo que podría haber sido el 0-2 y así el Málaga podría haber tenido el partido más controlado. Pero la desesperación total de los jugadores del Málaga llegó cuando minutos después señaló la pena máxima en un derribo de Rosales sobre Sansone, el contacto sí que existe y esta vez sí que acertó el colegiado, que a la postre fue el tanto del empate del submarino amarillo, Bruno Soriano transformó el penalti y batir a Kameni.
Aunque el Málaga fuese el equipo más perjudicado por la labor arbitral, el Villarreal también acabó desquiciado con la rigurosa roja directa a Roberto Soriano, cuando éste perdió el control del balón y dejó la pierna a Camacho, que se fue al suelo. Con la superioridad numérica el conjunto andaluz no supo llevarse los tres punto del feudo amarillo. Al final, reparto de puntos que no deja contentos a nadie, porque el árbitro fue un rival inesperado para ambos equipos.
Artículo hecho por Jairo Peña (@jairopena69)
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