Unos 15 mil espectadores se dieron cita el pasado domingo en el Municipal de La Romareda para el partido de " la silla eléctrica ", pues el que perdiese estaría prácticamente sentenciado a la 2ª División B.
Algunos podrán tacharme de catastrofista, pero teniendo pendiente el equipo maño la visita de Getafe; Cádiz y Tenerife, y como está de caro los puestos de play-off, es como para hacérselo mirar.
Antes del inicio del encuentro se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Santiago Isasi, jugador que integró la plantilla de los " 5 Magníficos " en los años 60.
Por el Real Zaragoza saltaron al campo : Ratón, Carcelén, Marcelo Silva, José Enrique, Cabrera, Zapater, Manu Lanzarote, Edu Bedia, Javi Ros, Pombo y Ángel.
Por su parte el Real Mallorca alineó a: Santamaría, Campadabal, Pleguezuelo, Yuste, Joan Oriol, Vallejo, Culio, Lago Junior, Zdjelar, Lekic y Brandon.
Árbitro: Señor Cordero Vega del Comité Territorial Cántabro.
Amonestó a Brandon y al entrenador bermellón Sergi Barjuán.
El señor Cordero Vega, malo como otros muchos de la categoría permitió el juego brusco de un Mallorca que se jugaba la vida, tanto Ángel como Zapater recibieron muchas patadas. Corto pues se quedó el trencilla de turno.
En mi anterior Crónica frente al Almería la titulé " Arrancada de Cartujano....parada de Burro ", esta vez el Real Zaragoza salió con más pausa, primero porque no tiene fondo físico para aguantar todo el partido, jugadores como Bedia; que llevaba tiempo sin jugar en el Oviedo, Zapater y Cani por la edad, José Enrique en el lateral zurdo; ahora reconvertido en central, Dongou por su falta de intensidad y sus molestias en la rodilla, Lanzarote; que ha tenido que jugar muchas veces infiltrado, Xumetra; que anda recuperándose también de otra intervención, demuestran que la preparación física brilla por su ausencia. Salvo el de siempre, Ángel, bastión incombustible de un zaragocismo que anda muy desilusionado.
Así pues, hasta el minuto 13 no se vió la primera oportunidad, de mano; o mejor dicho del pie de Manu Lanzarote, que con una vaselina puso a prueba a Santamaría, tras una mala salida de éste, el balón salió alto por muy poco.
De nuevo Lanzarote remató a la primera un centro de Cabrera, y su rosca la para el portero mallorquín.
En el minuto 23 Ángel en vez de elevar en el mano a mano con el portero, remata sobre la salida de éste y el rechace le cae a Javi Ros quien dispara al muñeco con la portería abierta.
Y llegó el que a la postre sería único gol del partido, de nuevo Ángel, "Santo Ángel" deberíamos decir, en el minuto 35 cabecea en remate de parábola por encima del portero, tras un córner botado por Lanzarote al segundo palo.
Hasta la finalización de la primera parte ya no hubo más que destacar, salvo el miedo de los aficionados ante un posible empate, sabemos el paño que tocamos.
En el minuto 63, Edu Bedia es sustituido por Cani. Bedia, como he dicho antes, sólo aguanta una horita de partido y a eso sumado la poquita "sangre " o "rasmia" como decimos por aquí, que tiene hace imprescindible sus sustitución.
Posteriormente, Ángel no llega a rematar un buen centro de Manu Lamzarote,raso, en una buena contra montada con un pase largo de Javi Ros.
Un minuto más tarde, de nuevo Ángel, remata desvíado un centro del canterano Pombo, que tras la lesión de Xiscu, se ha hecho con un lugar en el once titular.
Y se llega a los minutos del "tembleque", del miedo, de la incertidumbre. Algo desde luego tenía que hacer el Real Mallorca, en ello le iba la vida. Culio ya había sido sustituido por Salomao y fue Lago Junior quien tuvo la gran oportunidad del equipo insular, sólo ante Ratón en una jugada personal, remata al cuerpo de Ratón con todo a favor para empatar el partido.
Lanzarote tuvo su oportuniad de ampliar el marcador desde el borde del área en un tiro blandito que paró Santamaría sin mayores problemas. Las fuerzas andaban ya más que justas, yo diría que con la reserva encendida desde hacía mucho tiempo.
La última oportunidad que tuvo el Mallorca vino de Campadabal, quien centra al área y el defensa maño, José Enrique, desvía con la coronilla desviando el balón hacia atrás y convirtiendo así en un disparo del delantero mallorquín que en una magistral acción salva Ratón, metiendo la manopla y salvando los tres puntos en La Romareda. Todos, sin excepción, con el corazón en un puño hasta la finalización del choque.
Ratón es la diferencia con Irureta, que no va ni convocado, el uno salva y el otro se metía los goles en propia puerta. El uno da seguridad y el otro iba como pasado de revoluciones; totalmente acelerado.
Y por su parte Ángel y sus goles, "Santo Ángel de la Guarda", diría yo, que al igual que en otras temporadas con Borja Bastón, lleva al equipo a las espaldas.
Artículo hecho por Rafael Segura
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