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viernes, 13 de octubre de 2017

ESE "CARRO" LLAMADO BETIS

Hace pocas semanas un gol del Betis en el Bernabéu rompió los pronósticos futbolísticos del centralismo más acendrado, de los más conocidos medios deportivos que viven de una actualidad trazada desde la Cibeles; cetro del poder comunicativo del país, que de forma inmemorial, con sus diarios y emisoras, incluso desde antes de que muchos naciéramos, que hacían ver que la representación futbolística española se condensaba en el Real Madrid, desde el NO & DO hasta la aparición de los primeros televisores, pasando por los años del desarrollismo, los horteros setenta, los coloridos ochenta, la llegada del siglo XXI y el advenimiento de los nuevos tiempos actuales. Al margen de la prensa centralista, los restantes medios de comunicación más neutrales, también se deshicieron en elogios mediante una enorme profusión de imágenes y comentarios a tenor de la hazaña bética en Chamartín. 

Abandonando lo anterior pero sin dejar la victoria bética, y como va siendo usual en el entorno comunicativo que rodea al Betis, pero esta vez aprovechando un poso de alcance más nacional, la primera emisión alusiva salió del Carlos Herrera, individuo mediático que aprovecha cualquier despunte verdiblanco, que hace sentirse bético pero que a su vez también lo pregonó del Barcelona, incluso hasta del Sevilla, afirmando sin ambages su preferencia para que el club nervionense ante una pasada Final. Pero más ejemplos como el de este conocido almeriense, haberlos haylos.


Hurgando en las hemerotecas, encontramos el caso de José Bódalo (1916-1985), que figuró como un enorme actor de teatro, cine y televisión, y que afirmó su beticismo en una publicación especial realizada en 1958, ante uno de los ascensos más importantes del Betis a Primera División. En realidad, aquel famoso intérprete fue un empedernido madridista. Pero la cuestión era "subirse al carro".  Había que subirse en los momentos, como en la Final de Copa de 1977, cuando Felipe González, por entonces Secretario General del PSOE, no ocultó su condición de "bético". Otro caso, pero mucho más peculiar, es el del cantante José Manuel Soto, otro que, a lo Carlos Herrera, afirma ser bético pero a su vez desea en las redes sociales triunfos para el Sevilla FC.  Y como estos ejemplos, puestos a pensar podemos sacar "béticos" populares y faranduleros a puñados. 

Sin embargo no nos mueve criticar a un bético por ser famoso, sino por ser oportunista y sumarse o subirse al carro cuando por estos pagos, es el Betis quien reluce. Algunos de ellos también juegan con la ambiguedad, identificándose también con el eterno rival. Pero, claro está, apenas se les ve el pelo en los malos momentos, tanto verdiblancos como rojiblancos.

La matriz del problema, consiste en que son los medios informativos aquellos que le ofrecen a estos personajes la oportunidad de opinar con tal de que se "pinche" en el enlace de turno. De todas formas, la evolución de la sociedad española unida a internet, va abriendo cada vez nuevos caminos. Quien sabe si alguna vez llegará el día en que la opinión del bético desconocido sea más leída o valorada que la de algún famosete de turno; si interesará más seguir la opinión de un historiador del Real Betis que la de Alejandro Sanz, teorizando sobre el beticismo o el Manquepierda. Quien sabe.   

El fútbol sigue tras el parón, la actualidad se impone. Llega el "coco" Valencia y Villamarín desafiando cualquier horario, se vestirá una vez más de gala. El Betis parece este año pintar de dulce cual pastel de La Campana, pero hay que ser prudentes, queda mucha Liga; mientras, famosos y oportunistas esperan su turno para subirse al carro, al carro de las campanadas y de las victorias, que ojalá este año sean muchas e importantes como fue la de Madrid, porque ya va siendo hora. Aunque el auténtico famoso y protagonista ha sido, es y será nada más que el Betis. 

 Artículo hecho por Rafael Medina Delgado.

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