El filial sevillista sigue hundiéndose a costa de un Nàstic que sale de la zona de peligro, tras volver a ganar en casa, una tarea que tenían pendiente.
El equipo catalán tenían casi ganado el partido en el descanso, pero un golazo de Carlos Fernández hizo que el Nàstic tuviera que sufrir hasta el final.
Dos goles granas que podrían haber sido cuatro si no hubieran anulado un gol legal de Uche y un penalti claro sobre Emaná.
El Sevilla Atlético fue el primero en golpear, pero sin acierto. El Nàstic tuvo esa efectividad que le faltaba al filial, con goles de Maikel Mesa y Xavi Molina.
El Nàstic sabía que no podía desaprovechar esa ventaja y tenía que conseguir esos tres puntos tan importantes en casa.
El Sevilla Atlético no supo encontrar espacios para hacer daño al Nàstic. Hasta que, en el minuto 76, un disparo desde 40 metros de Carlos Fernández era imparable para Dimitrievski, y recortaba distancias en el marcador.
A pesar del arreón final del conjunto hispalense, el marcador no se volvió a mover.
Artículo hecho por David García (@davidgsalvans).
No hay comentarios:
Publicar un comentario