ESPAÑA ABDICA

La roja no pasa ni de la primera ronda

España se despide del Mundial; lo que nadie esperaba. Después de dos derrotas tan merecidas como dolorosas ante Holanda y Chile. Y no solo por los resultados, sino porque en los 180 minutos jugados no fue ni la sombra de aquel equipo que se proclamó campeón del mundo en 2010. Los campeones del mundo se despiden del campeonato mundial, muchos de ellos con la sensación de cerrar el mejor ciclo de la historia del fútbol español, el que sirvió para ganar el Mundial de Sudáfrica 2010 y las Eurocopas de 2008 y 2012.


Del Bosque intentó cambiar las malas sensaciones que el equipo dejó con su derrota ante Holanda metiendo en el once a Javi Martínez por Piqué y a Pedro por Xavi. Pero los cambios no surtieron efecto a persar de que Silva y Pedro intentaron asociarse en los primeros compases del encuentro. Por ahí debía llegar el peligro de la Roja, pero el equipo de Del Bosque jamás encontró esa vía, como tampoco la que debía llevar balones con peligro para Diego Costa.

España mostró desde muy pronto una versión similar a la de Holanda.Falta de ideas, falta de precisión, de orden... y sobre todo de confianza. La Roja no se reconocía a sí misma. Ni siquiera cuando Diego Costa intentó zafarse de su par en una jugada en la que su disparo dejó un balón rechazado para un Xabi Alonso cuyo disparo atajó el meta chileno Bravo.

España no era capaz de recuperar el ticki-taka que tanto le ha dado. Y tampoco fue capaz de encontrar una alternativa. Parecía un equipo que no sabía a qué jugar. La situación la agravaron Aránguiz y Vargas, que resquebrajaron la defensa roja del mismo modo que Robben y Van Persie lo hicieron el pasado viernes. Una combinación entre ellos puso de manifiesto el manojo de nervios que es España en defensa y en la portería y sirvió para que el 0-1 subiera al marcador.

El resultado no era ni injusto ni casual. Demostraba que los de Del Bosque han ido a Brasil faltos de ideas, que la confianza se les agotó en el primer partido y que no hace falta demasiado para hacerle un gol. España estaba obligada a remontar el partido, al menos a empatarlo, para seguir con vida en el Mundial.

Iniesta pareció querer asumir la responsabilidad en medio del desastre, pero sus ganas no fueron suficientes. Decía Michel en 'Carrusel' que España se encontraba en unasituación crítica, pero esta empeoró todavía más cuando Chile tuvo una falta en la frontal del área a dos minutos del descanso. La lanzó Alexis para que rechazara la bola Casillas. Pero su rechace, al área, lo recogió Aránguiz para, con un punterazo, hacer saltar todas las alarmas en la Roja con el 0-2.

Del Bosque recurrió a Koke para darle otro aire al equipo. Salió por Xabi en la segunda parte y, a decir verdad, fue de lo poco bueno de España en el campeonato. Aportó energías renovadas al equipo, capacidad de recuperación, facilidad para la combinación... Pero fue insuficiente. Y eso que España pudo acortar distancias nada más salir del vestuario, pero Isla molestó lo suficiente a Diego Costa para que su disparo no encontrara la portería chilena tras recibir la bola de Iniesta.

La Roja no era capaz de reencontrarse con el gol y, lo que es peor, de recuperar la confianza. Quizá lo habría logrado de haber materializado su opción más clara, la quefalló Busquets a puerta vacía después de una de Diego Costa. No era la noche del centrocampista, como la de ningún jugador de la Roja.

Probó Del Bosque con otro cambio. Fernando Torres por Costa. Tampoco funcionó. España estaba tocada. Sus problemas no eran una cuestión ni de hombres ni de nombres. El campeón del mundo estaba perdido. Un gol -de penalti- en su haber. Y siete en contra. Así era imposible. De hecho, lo que estuvo más cerca de llegar fue el tercero de Chile, que cuando llegaba al área española lo hacía poniendo en evidencia la falta de todo de los zagueros españoles.