¡CULPABLES!
Como
ya sabemos, la U. D. Las Palmas y el Córdoba se enfrentaron la pasada temporada
en la eliminatoria final de los play-offs de ascenso a 1ª división. El partido
de ida había finalizado con empate sin goles, y en el encuentro de vuelta, el
conjunto amarillo ganaba 1-0 gracias al
tanto conseguido por Apoño. Pero ya cuando estábamos en el 92, a falta de 10 segundos de que terminara el partido, parte de la afición local bajó al terreno de juego del Insular, y el árbitro tuvo que parar el partido durante varios minutos, y se temía que fuese suspendido. Por suerte, el encuentro pudo reanudarse. El árbitro dejó que el Córdoba hiciera la última jugada del partido, y cuando todo apuntaba que la Unión Deportiva iba a ascender, Ulises Dávila, jugador del Chelsea que estaba cedido en el conjunto andaluz (actualmente está en calidad de préstamo en el C. D. Tenerife), anotó el gol del empate y dejaron a los canariones sin ascenso y con la pesadilla de que por 4 “sinvergüenzas”, el equipo que entrenaba Josico se quedó sin recompensa. Además, el público echó la culpa de estos hechos al Miguel Ángel Ramírez, presidente del club y hubo cánticos en contra de las personas que invadieron el campo.
tanto conseguido por Apoño. Pero ya cuando estábamos en el 92, a falta de 10 segundos de que terminara el partido, parte de la afición local bajó al terreno de juego del Insular, y el árbitro tuvo que parar el partido durante varios minutos, y se temía que fuese suspendido. Por suerte, el encuentro pudo reanudarse. El árbitro dejó que el Córdoba hiciera la última jugada del partido, y cuando todo apuntaba que la Unión Deportiva iba a ascender, Ulises Dávila, jugador del Chelsea que estaba cedido en el conjunto andaluz (actualmente está en calidad de préstamo en el C. D. Tenerife), anotó el gol del empate y dejaron a los canariones sin ascenso y con la pesadilla de que por 4 “sinvergüenzas”, el equipo que entrenaba Josico se quedó sin recompensa. Además, el público echó la culpa de estos hechos al Miguel Ángel Ramírez, presidente del club y hubo cánticos en contra de las personas que invadieron el campo.
La
invasión de campo es un delito. La U. D. Las Palmas, la RFEF, y el cuerpo de
policía y Guardia Civil de España, además de los medios de comunicación,
pidieron ayuda al pueblo para que el que reconociera a algunos de los
“salvajes” que saltaron al campo, se lo comunicara a la justicia. En menos de
una semana reconocieron a varios individuos.
Este
tipo de delito produjo varias consecuencias: Multa al club canario con 180.000
€ por los altercados, más 90.000 por no haber controlado el movimiento de
espectadores de diferentes sectores de las gradas hacia el sector denominado
“grada naciente”, y 60.001 € al presidente Miguel Ángel Ramírez Alonso, amenaza
de cierre del estadio, etc. Esta mañana hemos podido saber que El Juzgado de
Instrucción número 4 de Las Palmas de Gran Canaria ha condenado a dos meses de
cárcel a tres de los jóvenes que protagonizaron algunos de estos incidentes,
además de tener prohibido su entrada al estadio durante un año, y uno de ellos
tendrá que pagar alrededor de 80 € por agresión (patadas), al jugador del
Córdoba, Sergio Mendigutxía. Estos jóvenes están acusados de un delito de
perturbación del orden público y la sentencia subraya que, con su conducta
"violenta" y "amenazadora", provocaron "el temor, la
inquietud y la preocupación de la inmensa mayoría de las aproximadamente 30.000
personas que estaban presenciando el partido en el mismo estadio, además de las
miles de personas que lo estaban viendo o escuchando por los medios de
comunicación".
Aunque
la fiscalía pedía 1 año y medio de prisión los 3, estos, al haber reconocido
que ellos fueron algunos de las personas que invadieron el campo y aceptar el
castigo, decidieron rebajarles la pena hasta solo 2 meses.
Artículo
de Jordi (@jorditenerife95)
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