Desde que el mundo es mundo, ha existido la injusticia. Quitarle al que no puede dar y darle al que tiene para regalar, proteger a unos y desangrar a otros aunque el delito de los primeros haya sido peor. Rigiéndose por nombres, sin mirar la gravedad de las situaciones.
A día de hoy, esas situaciones no nos suenan a chino, nos son familiares porque por desgracia convivimos a diario con ellas. La última, en el fútbol, en el Betis. Una afición premiada en más de una ocasión por su comportamiento ejemplar, que no da ruido mediático, que solo le importa el Betis, que se hermanan con otras aficiones en vez de pegarse o apedrearse, que organizan actos benéficos, que ayudan a quienes se lo piden, a enfermos, a necesitados. Una afición que el mayor acto de rebeldía que ha hecho es no entrar al campo o echarse a la calle para protestar por un equipo a la altura. De gritar la dimisión de los que mataban un sentimiento. De cantar a los cuatro vientos el amor por las trece barras. Una afición que viene de haber sufrido mucho y que cuando por fin ve que su equipo hace las cosas bien, que les saca una sonrisa, la gente del exterior se empeña en cortar esa felicidad del tirón, sin anestesia, sin dejar que pasen ni 24 horas de solo alegría.
Son más de 37000 socios siempre al pié del cañón y cuando un grupo de salvajes que no representan nada en nombre del Betis ni del beticismo entonan un cántico lamentable, esos miles de béticos deben pagar también ¿cuánto tiempo más deben pagar justos por pecadores? Yo quiero ir un domingo al Benito Villamarín, juntarme con mis amigas, vivir el ambiente de esa calle Tajo sin que me tachen de ultra, porreta, borracha y niñata -un ambiente que según que afición no es mala, sino una gran manera de recibir al equipo-, disfrutar del partido, cantar y animar los 90 minutos, gritar gol y al día siguiente, leer la prensa o ver las noticias y que hablen del partido, de la rueda de prensa de los entrenadores, de las declaraciones en zona mixta de los jugadores, que muestren los goles de nuevo, que estudien las polémicas en el juego y que hablen de fútbol. Solo de fútbol.
Duele e indigna tener que oír barbaridades de ¿periodistas?, cocineros que se creen abogados y otros tantos personajes que se creen importantes por hablar de un tema que está en boca de todos pero del cual se ve que no se han informado en absoluto. Gente que habla del beticismo de una manera para echarse a llorar, diciendo que es vergonzoso que toda una afición apoye la violencia de género cuando cada vez son más mujeres las que llenamos las gradas, cuando se celebra -y por supuesto se respeta- el día de la mujer bética, que rechazamos la violencia y ¿Tenemos que aguantar que nos tachen de machistas a las mujeres también por ser afición del Betis? Nos repugna el cántico ¿Por qué tenemos que pagar las críticas mediáticas que precisamente critican esto para apoyar a la mujer? Un artículo de vídeosdelBetis tenía el título "soy mujer y no, en el Betis no me maltratan" y es que lleva toda la razón, amo a mi afición porque mi afición tiene muchos motivos para ser amada y el beticismo jamás me ha dado un mal trato, al contrario, peor tratada me siento por la prensa como bética.
Entiendo que cada cual es libre de dar su opinión, pero lo que estamos viviendo esta semana es la campaña mediática en contra del Betis más descarada que podían haber hecho, contra el beticismo y como no, contra el principal aludido en esta historia, Rubén Castro. Muchos lo han juzgado y condenado antes que el propio juez, lo han llamado maltratador sin que el que debe dictar sentencia lo haya hecho aún, sin que se haya celebrado el juicio. Cada vez que tengo que oír o leer un insulto así hacia Rubén -porque mientras la justicia no diga nada, eso es un insulto-, me pregunto ¿Alguno de esos genios se ha parado a pensar aunque sea por un momento que Rubén también tiene la posibilidad de no ir a la cárcel y de ser declarado inocente? ¿Quién le iba a pagar todo el daño mediático que se le está haciendo, que se le ha hecho, que seguramente se le hará y la carga psicológica que eso conlleva? Para eso está la presunción de inocencia que la mayoría se pasa por el forro, para que una persona que aún no ha sido juzgada no tenga que aguantar cosas así. Pero claro, es más fácil atacar te hayas informado o no, como con los cánticos, que rápida fue su difusión y que pocos -exactamente nadie- ha hablado de que ese vídeo está manipulado, una imagen no correspondiente con el audio, el momento del himno nadie se lo salta para cantar otra cosa. Nunca.
Una semana aguantando este tema, porque el morbo y el meter mierda gusta más que dejar la profesión de periodista en buen lugar, que por noticias para hablar no ha sido:
- El Betis acabó la jornada en tercer lugar a dos puntos del líder al vencer al Girona por 2-1 con goles de Jorge Molina y de Dani Ceballos.
- Molina está volviendo a disfrutar del juego y de minutos gracias a Mel, ya que para Velázquez y Merino no contaba demasiado y que cada vez que juega demuestra que merece el brazalete de capitán.
- Ceballos, otro que da para hablar solo cosas buenas, por fin un futbolista que siente el escudo que defiende, cada partido que hace gusta más, se ha ganado la titularidad indiscutiblemente es uno de los mejores de esta temporada.
- Héctor Rodas debutó el pasado partido como verdiblanco y dejó buenas sensaciones.
- Vadillo disputó algunos minutos tras su larga lesión.
- Por sanción, Lolo Reyes y Jorge Molina se perderán el encuentro ante el Mirandés, en el lugar del delantero viaja con el primer equipo el canterano Álex Alegría.
- Rubén Castro podría romper su sequía goleadora esta jornada con su gol número 100 con la elástica verdiblanca.
- Si el Betis gana, podría optar a la primera posición en la tabla además de hacer 13 jornadas invicto.
El Betis, por historia y por afición no debería estar sometido al sufrimiento que aguanta desde siempre y que cada vez parece que va a más, por parte de la prensa y de la liga. Si hay que sancionar, se sanciona, es más, yo quiero sanción para los que han entonado ese cántico, pero solo para ellos, que no paguen los que no tienen culpa; eso sí, si se va a sancionar al beticismo, quiero ver sanciones para todas aquellas aficiones que haciendo cosas peores no sufren ataque mediático ni sanción, como hemos sufrido y sufriremos
nosotros. Igualdad, o todos o ninguno.
Como dice en uno de sus pasodobles el comparsista Juan Carlos Aragón con esos Millonarios al referirse al carnaval como una religión "mi religión tú la respetas". Para mí el Real Betis es una completa religión de la que me declaro devota, porque tiene casi un millón de fieles, tiene un santuario al que miles de esos fieles acuden cada domingo, tiene un símbolo que los representa con sus trece barras y su corona, un Dios bajo el número 26 y tiene historias para escribir su propio libro sagrado. Así que si vas a permitirte el lujo de hablar del Real Betis y del beticismo, lávate primero la boca, porque es mi religión y tú, como tal, la respetas.
Ana Gutiérrez Bando (@anita_bando)
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