Primero fue un amago, pero cerca de cumplirse el tiempo reglamentario y en empate a nada en el marcador la grada de Mestalla envió su mensaje a Peter Lim, que lo estaba viendo en su palco: "Nuno vete ya, Nuno vete ya!". Es lo que pasó, ni más ni menos, después de noventa minutos en que el equipo demostró demasiadas incapacidades ante un equipo que se había quedado con un jugador menos nada más comenzar la segunda parte. El fútbol del Valencia y los resultados no han sido los mejores para cambiar esos silbidos por aplausos.
Los primeros compases confirmaban que el Betis llegaba con una idea muy clara de lo que hay que hacer para poner de los nervios a Mestalla, una línea de presión avanzada impidiendo la salida del balón. Al equipo de Nuno, que presentaba un dibujo extraño, le costó algunos minutos tomar la iniciativa, tiempo en que el rival tuvo la posesión aunque sin profundidad. Había puesto Nuno a Orban para defender la banda de Joaquín, con Gayà en la grada acompañando a Negredo, Cancelo, Vezo y Enzo Pérez, los descartes. Por delante solo tenía a André. Pasaba pues el Valencia en tres días de jugar con una banda izquierda muy incisiva con Gayà y Piatti a prescindir de ella. Encima, el argentino tenía problemas para frenar al 'Pisha', afortunadamente con más sensación que peligro real.
Ni en igualdad numérica, momento en el que solo emergió la figura de un incisivo Feghouli, ni en superioridad, donde este papel lo cogió Bakkali, el Valencia logró llegar con excesivo peligro a la portería de Adán. Entre pérdidas de tiempo de un Betis más centrado en salvar un punto y gritos en contra de Nuno murió un encuentro que deja al Valencia envuelto en un mar de críticas.
Un partido aburrido con falta de ocasiones por las dos partes terminó por desesperar a Mestalla, el Betis ya totalmente encerrado, todo era tocar, mover y centrar para no llegar a ninguna parte. El gol, de una manera u otra tenía que llegar, pero no llegó. Y la grada poco a poco empezó a manifestar su enfado con un equipo que no encontraba el camino hacia la portería. Ni De Paul ni por supuesto Santi Mina, aportaron la claridad que necesitaba el equipo en los últimos metros.
Artículo hecho por Josep Rubio(@JosepRubio7)
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