La reciente expulsión del capitán
tinerfeño durante el partido frente al Granada ha desatado la pasión entre los
aficionados y se ha multiplicado en las redes, lugar donde es fácil el desahogo
verbal y donde los razonamientos parecen no tener sitio, sino la gracia de
turno o “leña al mono, que es de goma”.
En fin, que a Suso no le bastaba
con estar en los dos límites, aplaudido por unos y cuestionado por otros en
medio de una selva de facebookian@s y tuiter@s, sino que, olvidando que ya tenía una tarjeta, va y se
lanza pie en alto como un karateka, a punto de lesionar a un rival y el árbitro
le perdona la expulsión. Escapó de esa y volvió a olvidarse, ...parece ser que
se le fue la cabeza, o que dio un
cabezazo o hizo como si... y sucedió lo lógico: segunda tarjeta amarilla , roja
y a la calle. Y antes de irse, como si ya no tuviera bastante se desahogó
verbalmente con el árbitro. Y es que Suso es mucho Suso.
Ahora, los “anti Suso” tienen
material de sobra para crucificarlo, ...por sus propios méritos, es verdad.
Incluso se le critica haber ido esa misma noche a un conocido guachinche, y con
esto de las redes...pues se publica la foto y continúa la polémica. Tampoco iba a flagelarse con un látigo de
siete colas, pero igual habría sido más oportuno algo más discretito.
Pero así viene la marea, y en
estos casos, suele ser bueno pararse un poco, reflexionar y ver si llegamos a
la conclusión de que nadie es tan bueno ni tan malo, que las cosas no son
blancas o negras, colores que casi no existen, sino que todos nos movemos en la
gama de grises, ...incluido Suso, quien además venía jugando más o menos bien
estos partidos (aunque yo he escrito que no es ya jugador para partidos
completos, que los años pesan y luego, la impotencia juega malas pasadas).
Para colmo, al final el partido
se pierde, y Suso, que ya no estaba en el terreno de juego, pasa a ser
protagonista por eso mismo, y aparecen los “si Suso no hubiera...” y los
“porque Suso...”. En fin, que el domingo el futbolista de Taco compró todas las
papeletas para meter la pata, ...y le tocó.
Pero ahora vendría otra pregunta:
¿porqué siguió Suso en el terreno de juego después de la dura entrada que debió
suponer su expulsión inmediata? Ahí aparece la responsabilidad del entrenador,
que ve un jugador revolucionado, al que ya no le van a perdonar ni media, ...y
lo mantiene, pudiendo cambiarlo.
En fin, que no vamos a quitar
hierro al error de Suso, pero un entrenador que ha sido futbolista, y que
conoce las revoluciones del capitán, pudo evitar que perdiera los papeles y que
le cayese un castigo ahora que va a perjudicar seriamente al jugador, ...y al
club, aunque muchos piensen que no, que la expulsión es buena para el equipo.
No puedo estar de acuerdo. Mejor
haber terminado con once, y que Martí acierte con las alineaciones y con los
cambios, ...y sin quejarse mucho, porque esta temporada
cuenta con una plantilla donde estos problemas tienen solución.
Artículo hecho por Rafael Lorenzo.
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