El Barça siguió en Vigo con su política de rotaciones, el Tata colocó a Bartra y Puyol en el centro de la defensa y a Busquets, Song y Cesc en el centro del campo. El resultado fue un Barça mucho más espeso y con serios problemas para controlar el partido, sobre todo en la primera mitad. Al final decidió la calidad de sus jugadores y las intervenciones de Valdés, excelente en todas las acciones en las que intervino.
El líder echó de menos a Piqué o a Mascherano. A Puyol le puedes pedir todo y sabes que lo intentará con todas sus ganas, pero sacar el balón desde atrás nunca ha sido una de sus principales virtudes.Tampoco de Bartra, que estuvo en Vigo más fallón que en sus exámenes anteriores. Si a esto le sumamos la ausencia de Xavi o Iniesta, Busquets se encontraba solo entre Song, Puyol y Bartra, algo que facilitó la buena presión del Celta y provocó un Barça más directo que de costumbre. La falta de un cerebro obligó al Barça a explotar la velocidad de sus bandas, hoy muy abiertas y rápidas con Pedro y Alexis.
Mientras, el Celta de Luis Enrique fue fiel a sus ideas, presión al rival y salir con la pelota desde atrás renunciando al pelotazo. En el primer gol del Barça, el Celta fue víctima de su libro de estilo. Cesc robó un balón en la presión a Cabral, se fue hacia la portería y disparó. El rechazo de Yoel le cayó en las botas de Alexis, que volvió a ver portería tras su golazo en el Clásico.
A partir de ahí el Barça se fue disolviendo, el Celta tiró la presión mucho más arriba y ahogó la salida del Barça. Busquets no encontra a quien asociarse para salir jugando. El Celta robó varios balones en la primera línea de presión que acabaron con disparos sobre la portería de Valdés. El arquero del Barça recibió todo un bombardeo de tiros lejanos durante la primera mitad pero los resolvió de manera perfecta. Rafinha, Charles o Álex López obligaron a Valdés a demostrar su buen estado de forma.
La polémica llegó antes del descanso, cuando Fernández Borbalán anuló un gol al Celta por falta de Charles a Valdés. La falta pudo haber existido, pero fue provocada porque Charles fue empujado por Bartra, de ahí que golpease a Valdés en su caída. Más que falta sobre el portero pareció falta sobre Charles. Previo al pitido antes del descansoAdriano se marchó lesionado, el brasileño se quedó a escasos veinte minutos de convertirse en el jugador de campo con más minutos del Barça, pero al décimo partido consecutivo los frágiles músculos del brasileño dijeron basta. Entró Montoya en su lugar.
Lo que se preveía como una segunda parte reñida pero Cesc disipó todas las dudas con dos goles en los primeros diez minutos. Una buena combinación entre Song y Messi se zanjó con un disparo potente de Fàbregas, que acabó con el esférico golpeando en el travesaño para colarse en la portería del Celta tras tocar en la espalda del portero Yoel. Mala suerte para el Celta, que veía como el Barça ponía tierra de por medio en su primer disparo en la segunda parte. El gol desanimó al Celta, que vio como en la siguiente jugada del partido llegaba el tercero. Contragolpe del Barça de libro; Leo Messi se fue por el centro asiste a Cesc, el '4' culé se internó por la izquierda y encontró la red del Celta con un disparo al palo corto. Entre los goles, el Celta reclamó un penalti por mano de Song dentro del área, parecía clara y, por tanto, penalti.
El partido fue perdiendo en intensidad pero el Celta buscó el gol del honor. Lo tuvo Nolito, que estrelló contra el larguero una falta lanzada de forma magistral. El partido sirvió para dar descanso a Xavi, Neymar o Mascherano, que no jugaron ni un solo minuto en Balaídos, donde Messi volvió a jugar otros noventa minutos y estuvo muy atinado.La Pulga disipó las dudas con un partido muy completo. Dio una asistencia y estuvo muy cerca de volver a marcar, pero Yoel lo evitó con grandes intervenciones.
El Barça más rústico, más del Tata, volvió a sumar tres puntos en Liga con una victoria quizás no tan bonita pero igualmente válida. El Barça fue lo suficientemente práctico para ganar por tres goles de diferencia a un Celta peleón pero que se encontró con Valdés y con los goles de Cesc y Alexis. Los del Tata siguen líderes y ceden toda la presión al Atlético y al Real Madrid, obligados a ganar para seguir la estela de los catalanes.
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