miércoles, 18 de febrero de 2015

LA VUELTA DEL GOL AL VILLAMARÍN, UNA NECESIDAD VITAL

Hay necesidades imprescindibles, vitales para todo. La vital necesidad del agua para un pez. La vital necesidad del respirar para cualquier mortal. Del sol para una planta. Del enseñar para un maestro. Del dirigir para un líder. Del ayudar para un voluntario. Del gol para un delantero. De la fe para una afición.

Cada cosa solo sigue adelante si tiene y cumple su necesidad vital, una necesidad que nos completa y nos beneficia hasta el punto de que nos puede servir de terapia cuando las cosas nos van mal o de sprint final cuando nos van bien, de ese último esfuerzo para ver cumplida nuestra meta.

A veces, la ausencia de esas necesidades crean reacción en cadena, si algo a alguien, por mínimo que sea, falta, todo lo demás falla. Cuando el gol falta, el equipo entero falla. Cuando Rubén Castro falta, el Betis entero falla. Y si el Betis falla, la afición sufre.

Últimamente, esa reacción en cadena, la está viviendo el Betis desde que ha perdido lo más importante, Rubén Castro no está. En el campo a veces puede verse una sombra suya, pero él, no está. Por desgracia y aunque a muchos les cueste asumirlo, la seguridad del gol se fue con Rubén.

Todos le dan ánimos, la afición por la calle, el personal del club, los compañeros, todos. Y él lo agradece, se sabe que lo agradece. Todo el mundo tiene límites, y cuando unos problemas que no son ninguna tontería te acechan, tocas el límite y cuando tienes la responsabilidad casi al 100% del gol y no lo consigues, llegas a ese límite. Y ahí, cuando todo se junta, pesa demasiado y amenaza con hundirte, es cuando toda su gente, que somos nosotros, su afición, tenemos que apoyarlo como nunca, para evitar que se hunda.

No todos lo piensan, porque ven que hay más delanteros que igualmente pueden marcar, pero parece que no ven que son los demás los que lo buscan, porque por muchos delanteros que haya, Rubén es el gol del Betis. El máximo goleador histórico ¿Como no lo iban a buscar? Pero él, por más que busca puerta, no consigue verla y se frustra.

Hay datos que "justifican" su mala racha, que dicen que para Rubén febrero siempre ha sido su "mes negro", ero que luego coge carrerilla y marca todo lo que no había marcado antes. Y vuelve el gol, y con él, la felicidad. Rubén es persona y, como tal, siente y padece. No le viene bien su sequía goleadora, que no consiga ese gol medicinal y centenario. No le viene bien la desconcentración. No le viene bien la prensa manipuladora y dañina. No le viene bien que en medio de un partido que el usa como desconexión de los problemas, la gente se los cante, ese "Rubén Castro alé", hecho con toda la buena fe del mundo, sí, pero hecho sin haber usado la lógica y el sentido común. Cinco años de bético, declarando y demostrando amor por los colores, rechazando ofertas y millones por seguir vistiendo esta camiseta, máximo goleador de la historia del club, a un gol de los 100, partícipe del 70% de los goles de este año, sino en forma de tantos, en forma de asistencia ¿Y solo tiene un cántico sobre los problemas de su vida privada? ¿Quién fue el genio?

Hay que hacer porque vuelva su felicidad, que con ella vendrá la nuestra y así, la esperanza. Que le pese a quién le pese, sin "Rubo", no hay gol.


Ana Gutiérrez Bando (@anita_bando)

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