jueves, 11 de junio de 2015

CRÓNICA: REAL OVIEDO 3-0 NASTIC DE TARRAGONA

UN REAL OVIEDO QUE PARECE DE PRIMERA

El Real Oviedo redondeó ayer la temporada proclamándose campeón de Segunda B, tras imponerse por 3-0 al Nástic de Tarragona, con dos goles de Linares y otro de Cervero. Los azules remontaron el 2-1 de la ida en un muy buen partido que tuvo el ambiente festivo que se merecía el ascenso y la magnífica temporada que firmaron los de Sergio Egea.

Ambos técnicos usaron más titulares que en el encuentro de ida en el Nou Estadi. En el caso del conjunto azul, Sergio Egea utilizó a los titulares que tenía disponibles. La principal novedad en la alineación fue la presencia de Jonathan Vila como pivote formando pareja con Omgba, aunque duró poco por la lesión del gallego. Dioni en la media punta dio un buen rendimiento al equipo y participó en los goles.
El conjunto ovetense fiel a lo que hizo toda la temporada salió a tener el balón y llevar el peso del juego, sin prisa y esperando a que apareciera su oportunidad. Por el contrario, el conjunto catalán esperaba atrás, consciente de que el equipo azul debía ir a por el partido, y buscaba tímidamente el contraataque. La intensidad de los dos equipos no fue la de un partido con más en juego.
El balón rondaba más el área del Nástic y así fue como a los 10 minutos, una internada de Dioni por la derecha, la culminó con un centro al área, donde Linares llegó para batir a Tomeu.
Los azules se ponían por delante en la eliminatoria, pero sufrían un contratiempo dos minutos después de marcar, ya que Jonathan Vila tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado, dando la oportunidad de debutar en el Carlos Tartiere al juvenil Cristian Rivera. El joven centrocampista dejó buenos detalles de su calidad y despachó un buen partido.
Al cuarto de hora el Grupo Symmachirii volvieron a su lugar habitual, que no habían ocupado en señal de protesta por no habérseles permitido acceder al Ramón de Carranza. Lo hicieron con ganas y un partido que hasta entonces se jugaba en silencio recobró el ambiente del grupo que lleva siempre la voz cantante para animar en el Carlos Tartiere. En el vídeo marcador se mostró un mensaje de apoyo “nuestro cariño para #los155decadiz.
El gol azul hizo que el Nástic intentara salir un poco de su campo y buscara la portería de Esteban. Xisco Muñoz tuvo una buena ocasión en una internada por la izquierda, pero no acertó a rematar en el segundo palo. Los carbayones replicaron con una contra de Dioni, pero su centro no llegaron a rematarlo Linares y Susaeta.
El partido perdió algo de intensidad en los minutos finales de la primera mitad, en parte porque el Nástic bajó un poco la intensidad con la que buscaba el gol y el Oviedo estaba cómodo con el partido como estaba, con el control de balón y aprovechando buenas salidas de balón combinando y las bandas para, poco a poco, acercarse a la portería catalana.
Los azules dispusieron de dos buenas ocasiones para aumentar su cuenta, primero en un lanzamiento de Susaeta desde el borde del área que Tomeu envió con apuros a córner. Después el propio Susaeta botó un saque de esquina que cabeceó Linares para que Tomeu volviera a detener. Al final los equipos se fueron al vestuario con la eliminatoria decantada a favor de los locales.
El decorado del encuentro no cambió mucho en la segunda mitad, con el Oviedo mejor plantado en el campo y un Nástic al que le seguían faltando ideas para tratar de crear peligro ante Esteban.
Los azules, dueños del balón, volvieron a marcar en un buen pase interior de Dioni a Linares, que recortó muy bien a su marcador en el área y colocó el balón al segundo palo donde no pudo llegar Tomeu. Era el justo premio a los mayores merecimientos de los locales, que volvieron a disponer de otra buena oportunidad en un saque de falta de Susaeta que nuevamente Tomeu logró mandar a saque de esquina.
Mediada la segunda parte el conjunto de Vicente Moreno pareció animarse un poco y ganó algunos metros en el campo, aunque seguía faltándole convicción para llegar con peligro al área azul. También ayudaba que los de Egea estaban bien situados en el campo y realizaban una buena presión que no dejaba mucho margen de maniobra al rival.
Uno de los aplausos de la noche se los llevó Linares, que alcanzó ayer los 30 goles, cuando fue sustituido Cervero, que también recibió el cariño de los aficionados. Esos ánimos se tornaron en aclamación cuando a los tres minutos de salir controló un balón en el área, recortó y batió a Tomeu con un disparo colocado. El campo comenzó la fiesta y a corear el “campeones, campeones”.
Resumen del partido: https://youtu.be/iplv8LaFSKw
Articulo creado por Adrián León @adrianelpipo

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