El Atlético sumó en el Rico Pérez de Alicante una nueva victoria en esta pretemporada al vencer por 2-0 a la Real Sociedad. El conjunto de Simeone fue superior en juego, ocasiones e intensidad, y derrotó sin muchos problemas a una Real que llegó tarde al estadio, lo que provocó que el partido se retrasase más de una hora.
Salieron ambos equipos con onces muy parecidos a los que podrían debutar en Liga, a falta de cerrar nuevas incorporaciones y de que se recuperen lesionados y se adapten los recientes fichajes. Y fruto de que la Real llegó con prisas y apenas tuvo tiempo de calentar, el Atlético entró mejor al partido. Los primeros 10-15 minutos fueron del Atlético, con Torres y Griezmann muy enchufados. Y cuando parecía que la Real se iba a meter, tuvo la mala fortuna de que Bergara, en un intento de despeje de cabeza, rematase a propia puerta, superando por alto a Rulli e introduciendo el balón en la red. El gol no alteró mucho el guión del partido, con el Atlético buscando el gol pero con calma y la Real tratando de meterse, con un Bruma que fue un quebradero de cabeza para los defensores colchoneros, pero que nunca inquietó demasiado a Oblak. Mientras, en la otra portería, el Atlético era guiado por Oliver y Koke, con Griezmann bajando para recibir y conducir y con constantes subidas por ambas bandas de los laterales. Y esa fue otra gran noticia para el Atlético: la gran incorporación de Filipe en la plantilla, que apenas ha necesitado tiempo para integrarse, como si nunca se hubiese ido. Llegaron ocasiones para Koke y Torres, y la participación e involucración de Oliver en el juego merece elogios hacia el canterano. En el lado realista, Canales estuvo desaparecido, Xabi Prieto se lesionó y fue sustituido por Zurutuza y solo Bruma ofrecía detalles interesantes para el equipo de Moyes.
La segunda parte fue más de lo mismo: un Atlético superior, firme en defensa y sin prisa por hacer gol, y una Real intermitente y menos intensa que su rival. Simeone sustituyó a Oliver por Correa, intentando buscar el gol que le diera la tranquilidad absoluta. Se sumó a Torres y Griezmann para formar en el ataque, y fue este último, tras una jugada en la que intervinieron Juanfran, Koke y Correa, siendo este quien asistiera al francés, que sin dejarla botar fusiló a Rulli. No lo celebró y tuvo todavía otra oportunidad para poner el segundo en su cuenta particular, en una doble ocasión de Correa y Griezmann, que estrelló el balón en el travesaño. Fue la última gran acción de un partido del que el Atlético puede sacar conclusiones muy positivas, pero que aún necesita seguir creciendo si quiere luchar por los títulos.
Artículo hecho por (@wetefuenla)
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