Y LA SUERTE SE VISTIÓ DE BLANCOVictoria sufrida y con una buena dosis de
suerte de unos blancos que volvieron a ofrecer ayer su versión gris. Un gol en el último minuto salvó a los de Zidane de una nueva debacle liguera.
De nuevo esa sensación de " El día que el Madrid tenga enfrente un rival fuerte... ".
Se puede tener un mal día, pero cuando algo se repite semana a semana se convierte en un problema y no en un mero accidente.
Lo cierto es que sería injusto centrar esta crónica en el juego triste, sin ideas y descontrolado de un Madrid que sólo puso tres veces en apuros a Javi Varas, ya que el gran mérito del partido de ayer fue de los amarillos.
El rival no era de prestigio, pero su fútbol sí lo fue y Las Palmas así lo demostró durante los 90 minutos de partido. Cualquiera diría que se encuentra luchando por no descender, y es que ayer los de Quique Setién bordaron una partitura alegre, valiente y desenfadada que los blancos sólo pudieron contrarrestar con las milagrosas intervenciones de Keylor Navas, una vez más vestido de superhéroe.
Cristiano Ronaldo una vez más desaparecido, Modric más impreciso de lo normal y las numerosas pérdidas de balón favorecieron el plan de los canarios espoleados por un estadio abarrotado. La sorpresa se fraguaba minuto a minuto.
El Real Madrid intentaba tener el control del partido pero Las Palmas en ningún momento se arrugó bajo el mando de Roque Mesa y Viera, fantasía canaria.
Parece que los blancos han abandonado la liga y así se notó durante diversas fases del partido de ayer. Imprecisión, falta de actitud y un fútbol sostenido únicamente en las rápidas incursiones en el área de Bale, Cristiano o Lucas Vázquez se antojaba insuficiente para lograr los tres puntos en la noche de ayer.
Pero ante los problemas, hay que buscar soluciones y vestirse con la piel del Atlético de Madrid del juego aéreo fue la que adoptaron los madridistas. Todo vale en la guerra y en el amor eso dicen, y los balones parados vaya que si valen, que se lo digan a Sergio Ramos y ese minuto 92 en Lisboa.
Ayer de nuevo su cabeza adelantó a su equipo y puso de cara un partido que dominaron los amarillos durante gran parte de la primera mitad. El que perdona la paga y eso debió pensar Willian José empeñado en cumplir la famosa "ley del ex".
La segunda parte discurrió en otra oleada de los canarios en busca de sacar algo positivo ante uno de los "grandes". El Atleti y el Barcelona comprobaron en sus carnes el fútbol brillante y desenfadado de un equipo que ayer le dio un baño futbolístico a los pupilos de Zidane. Momo la tocaba y Willian buscaba el gol con el hambre que le faltó a los 11 jugadores blancos en el día de ayer.
Y al final después de tanto intentarlo, el brasileño obtuvo su premio tras otro fallo más absurdo en la salida del balón. El delantero con una magnífica picadita por el único resquicio que dejó el guardameta tico ponía el empate en el marcador. Se palpaba la tensión.
El fútbol hacía justicia, pero sólo por unos minutos. Un córner botado por el canario Jesé fue picado a la derecha de la puerta, el heróe totalmente inesperado era Casemiro, el obrero blanco se vestía de salvador para poner el 1-2 el marcador en los últimos minutos de partido. Demasiado premio para tan pobre propuesta futbolística.
Lo de Las Palmas no fue algo usual. Un equipo pequeño que pone alma y corazón y que con un golpe de suerte puede dar el susto a su millonario rival. Esta vez la suerte iba vestida de blanco, ya que si no llega a ser por San Keylor Navas, otra vez el "Pío Pío" hubiera resonado desde Teror a Maspalomas.
Las Palmas no ganó pero se quedó con el honor. Pero el honor a final de temporada no da puntos, ni salva descensos. Zidane con razón enfadado con los suyos, Isco molesto con el cambio y los blancos añoran a su genio francés y no hablo del míster.
El sorteo del viernes deparará en gran medida el futuro del proyecto del Real Madrid. Y no es recomendable encomendarse una vez más como ayer a la suerte.
Artículo realizado por (@jorgemartin77)
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