REPÓKER DE REYES
El Sevilla gana su quinta Europa League (antigua Copa de la UEFA) al vencer a un Liverpool entregado en un partido no exento de polémica (3-1).
Nuevo éxito del fútbol español que va a certificar su buen momento el día 28 con esa final española de la máxima competición continental. El Sevilla vuelve con la Europa League debajo del brazo y ya necesita otra mano para seguir contando en un futuro más títulos.
El equipo de Jürgen Klopp salió desde el primer minuto en tromba en busca de un gol tempranero que pusiera nervioso al cuadro hispalense. El equipo de Nervión estuvo irreconocible en la primera parte en una competición que le transforma y en la que es capaz de derrotar a quien se le ponga por delante. Los ingleses se hicieron dueños del partido y solo tímidos contraataques por parte de los de Emery contrarrestaban el peligro. Un buen disparo de Sturridge con en exterior de la pierna izquierda hizo inútil la estirada de Soria y daba el estacazo a un Sevilla que lo que le faltaba para rematar la noche era un gol en contra. Posteriormente un lanzamiento de Lovren encontro la red rival pero fue anulado el tanto por fuera de juego de Sturridge que intentó intervenir en la jugada. El Sevilla estaba noqueado y lo mejor que le pasó fue el final de la primera mitad. Había que inventar algo en el vestuario.
Y vaya si funcionó el invento, a los quince segundos de la reanudación una buena jugada por parte del Sevilla y en concreto de Mariano Ferrerira acababa en un pase a Gameiro que en boca de gol ponía el 1-1. El partido comenzaba de nuevo para el Sevilla pero con 45 minutos menos aunque el ánimo sevillista estaba por las nubes y alguna que otra jugada de Vitolo y Gameiro llevaron la emoción a la grada.
Cuando se cumplía el primer cuarto de hora del segundo tiempo Coke salió al rescate del equipo y ponía el delirio en el césped y en la grada del St. Jakob Park. El partido se conseguía remontar pero todavía quedaba un mundo. No contento con la remontada, el madrileño iniciaba jugada en el centro del campo y tras un rebote desafortunado del Liverpool el jugador se plantaba solo delante de Pignolet y no perdonaba para poner la casi sentencia al partido.
El partido no dio mucho más de sí y así acababa, con el 1-3 en el marcador que le daba la quinta Europa league en diez años, la tercera consecutiva. El trofeo se levantaba al cielo de Basilea, no sin problemas, por parte del capitán Jose Antonio Reyes que suma ya su quinto título de la UEFA y se convierte en el jugador que más torneos de estos tiene.
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