EGEA MARCA UN ANTES Y UN DESPUÉS
El Real Oviedo vuelve a la categoría de plata doce años después y lo hace dejándose notar hasta el final.
El equipo azul, que hace cuatro años tuvo un segundo proceso de reanimación, cuenta con el grupo CARSO del hombre más rico del mundo Carlos Slim y por lo tanto afrontaba esta primera temporada en el profesionalismo después de doce años de ausencia, con exigencias muy altas, acordes a su estatus dentro del fútbol, cosa que a mi juicio crea muchas frustraciones como se demostró.
El equipo empezó la temporada ante su público con un buen empate ante el C. D. Lugo y con derrota en Mendizorroza que les dejaba con un punto de los seis primeros en juego. Un bagaje algo bajo (aunque en la jornada 2 no se pueda hablar de números) incluso para los equipos que optan a mantenerse. Los siguientes diez partidos se pasaron con un balance relativamente positivo de cuatro victorias, tres empates y tres derrotas, con victorias de todos los colores (sufridas ante Alcorcón, convincentes ante Valladolid y Tenerife, y fáciles pero no del todo convincentes ante Albacete), hubo empates ilusionantes como el de Elche y no tan ilusionantes, como ante el Mallorca en casa, incluso uno decepcionante ante el Bilbao Ath. en el Carlos Tartiere. No todas las derrotas son decepcionantes, sobre todo en esta categoría tan tremenda, así se perdió contra el Girona en casa, pero otras no invitaban precisamente al optimismo como la abultada derrota en Ponferrada o la de Soria, donde el equipo no dio muestras de ir a por el partido en ningún momento.
Tres jornadas después, con una buena victoria ante el Nàstic y una al tran tran contra el Huesca, llego el primer punto de inflexión de la temporada, la derrota en Córdoba (2-1) donde, a mi juicio, tras encontrarse con dos goles tempraneros del conjunto andaluz, no hubo muchas muestras de que el Real Oviedo fuese peor que el Córdob ni mucho menos.
Hablamos de punto de inflexión porque a partir de ahí el equipo se encontró con una magnífica racha de 12 partidos sin perder (6 victorias y 6 empates) con victorias muy importantes como las conseguidas con el Real Zaragoza (1-0) y Mirandés (1-2), ilusionantes como la del partido del Elche (3-0) y sufridas como la conseguida en casa ante el C. D. Tenerife (1-0). Se empataron partidos en los que se mostró una muy mala cara en una parte del partido, la segunda en Lugo (de 0-2 a 2-2) y la primera en Albacete (de 2-0 a 2-2).
A partir de la victoria contra los tinerfeños, cuesta abajo. Derrota en Mallorca lamentable (1-0), goleada en casa ante el Valladolid más lamenble aún (2-4) que dejaba entrever que algo no iba bien. Entre semana "dimisión" de Egea y dedazo para colocar a Generelo al frente del timón, polémica con varios jugadores y afición totalmente en divorcio con la plantilla.
Con la llegada de Generelo todo fue a peor, o por lo menos no mejoró lo que había, y las opciones forjadas en esa racha de doce sin ganar en las que el equipo se colocó a dos puntos del ascenso, se fueron a pique, y gracias a los tropiezos de Leganés y Alavés en algunos tramos de la temporada, se llegó a la penúltima jornada en Zaragoza con opciones de playoff. El balance del técnico extremeño es un desolador 4-1-8, con derrotas para llorar como en el campo de la Llagostera o en Almería.
Temporada para olvidar y llegada de un técnico que veremos a ver como hace efecto. Se espera un verano muy movidito en la secretaría del club y llegada de nombres importantes. Veremos a ver que pasa.
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