Esta rotunda frase que Eduardo Inda pronunció en su momento
en un programa de televisión, ha cobrado más fuerza que nunca éste miércoles pasado,
tras la condena de 21 meses de prisión a Leo Messi, por parte de la Abogacía General
del Estado, por fraude fiscal.
Algo huele muy raro en todo este asunto, cuando tras pagar
sus atrasos a Hacienda correspondientes a sus derechos de imagen de los años
2007, 2008 y 2009, además de pagar una multa de 5 millones de Euros por ese
fraude fiscal, como han tenido que hacer otros muchos personajes del mundo del
fútbol y del deporte en general como Mourinho, Xabi Alonso, Casillas o Nadal,
justo al mejor jugador de la historia se le condena a una pena de 21 meses de
prisión, que no tendría que cumplir al ser inferior a dos años y no tener
antecedentes penales.
Está claro que la Abogada General del Estado, Marta Silva
Lapuerta, hija de ministro franquista y ex directiva del Real Madrid con
Florentino Pérez, ha ido a por Leo Messi por ser quién es, por jugar donde
juega y por todo el daño que ha hecho a los madridistas con sus geniales
actuaciones e infinidad de títulos conquistados.
Teniendo en cuenta que el argentino es un futbolista sin
bachiller y que su vida es sólo jugar al futbol, ahora ha resultado ser también
un genio de las finanzas y se encarga personalmente de todos sus asuntos de
dinero. Resulta que no tiene representante, su padre, ni muchísimos asesores
que se encargan de todos estos procedimientos por él. Además de ser el primer
contribuyente de España que, teniendo un patrimonio de 200 millones de Euros,
ha pagado más de la mitad en impuestos, mientras el señor Florentino Pérez, por
ejemplo, con un patrimonio de 2000 millones de Euros, sólo paga el 1% de esos
impuestos e incluso ha llegado a crear 71 filiales en paraísos fiscales para
evadir esos impuestos.
Así pues, como ya todos sabemos, vivimos en un estado que no
trata a todos los ciudadanos por igual ante la justicia, como así dice su Constitución
y ha quedado confirmado también que, pararán en el juzgado o en los despachos
lo que antes no han podido parar en el terreno de juego, donde Lionel les ha
pintado la cara en incontables ocasiones y, además les ha dado largas cada vez
que le han intentado vestir de blanco.
Así pues, el futbolista argentino ha tenido su segundo
varapalo del verano, tras caer en la final de la Copa América Centenario en los
penaltis ante Chile con su selección, a pesar de que la noticia le ha cogido de
vacaciones en Las Bahamas con su familia.
Artículo hecho por Meri (@Mtenas)
No hay comentarios:
Publicar un comentario