El conjunto amarillo y el Mallorca no pudieron pasar del empate en el Carranza en un partido emocionante, donde los 90 minutos dieron para un poco de todo.
El marcador reflejó claramente lo que se había estado viendo durante todo el partido. No había superioridad táctica por parte de ninguno de los equipos.
Durante los primeros 15 minutos, el Mallorca alzó la presión bastante bien arriba, sin dejar espacios por los que el Cádiz pudiera sacar el balón jugado desde atrás. Como es normal, la presión bajó y el submarino amarillo se dejó ver más con el balón a cuenta de Aridane y el centro del campo. El balón después llegaba a Ortuño y éste distribuía a las bandas.
El Cádiz dominaba el juego pero el Mallorca llegaba con más peligro, hasta que en el minuto 28, una buena triangulación de los cadistas por la banda izquierda, termina con un pase al hueco para Ortuño, quien se cuela en el área y es derribado por Company, lateral derecho del equipo mallorquín. Ortuño convertiría el penalti para convertirse en uno de los pichichis de LaLiga1|2|3 con 2 tantos.
Sin embargo, en la segunda mitad, quien dominaba era el conjunto balear, por medio de Lago Junior, quien ponía la velocidad y el desborde; y Juan Domínguez y Culio, que se encargaban de la medular y de hacer que los balones llegaran a buen puerto.
Como ya pasó en el primer partido del Cádiz, el gol del contrario viene de la lesión de uno de los jugadores del combinado andaluz, en este caso Servando. El Mallorca aprovechó la superioridad numérica para poner el empate en el marcador después de un centro que sería rechazado para caer en los pies de Óscar Díaz, quien no iba a perdonar con un tiro imposible para Cifuentes en el minuto 66.
Quizá otra de las anécdotas fue la expulsión del anteriormente mencionado, Biel Company en el minuto 92 quien después del penalti no iba a dejar de soltar recaditos a los jugadores cadistas y así ganarse los pitos y el desagrado de la afición amarilla.
Artículo hecho por Blas Del Valle (@Blaas7)
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