El Barça se presentó anoche ante su afición en la edición número 51 del Trofeo Joan Gamper. Además de presentar a las cinco caras nuevas, que de momento tiene el equipo para ésta temporada 2016-2017, se conmemoraron antes del partido las bodas de plata de la primera Copa de Europa conseguida por el equipo catalán en Wembley con el Dream Team de Johan Cruyyf.
Sergi Samper, Denis Suárez, Lucas Digne, Samuel Umtiti y
André Gomes pisaron por primera vez la hierba del Camp Nou como miembros de
pleno derecho de la primera plantilla del equipo barcelonista. Pero los más
aclamados durante la presentación del equipo fueron los de siempre, Piqué, Luis
Suárez, Iniesta, Messi y el ausente Neymar. El capitán, Andrés Iniesta y el
míster, Luis Enrique, emplazaron a la afición a dar aliento al equipo durante
toda la temporada y, sobretodo, en los malos momentos, aunque también
prometieron mucho trabajo para traer de nuevo los éxitos al Camp Nou.
Después de los actos protocolarios, se jugó el partido
correspondiente al trofeo del fundador del equipo catalán, ante la Sampdoria italiana,
también rival de aquel mítico partido en Wembley hace 25 años.
De los nuevos, sólo Lucas Digne debutó como titular en el
puesto del lesionado Jordi Alba y dejando muy buenas sensaciones a la parroquia
culé con su actuación. Pero los que no entienden de amistosos y, después de
haber completado la pretemporada entera, son Lionel Messi y Luis Suárez. En el
minuto 15, Messi se inventó un pase estratosférico de media chilena hacia el
uruguayo, que sólo tuvo que rematar de cabeza casi a puerta vacía para abrir el
marcador, en el primer gol del año en el Camp Nou. Sólo 5 minutos después,
Messi cazó un balón tras una genial asistencia de Rakitic, que le dejó sólo
ante el portero Viviano, al cual deja sentado tras el control y marca a placer.
Pero esta joven Sampdoria de Marco Giampaolo demostró desde
bien pronto que no se rinde y tras una buena presión de todo el equipo a la
salida del balón del Barça, lograron recuperarlo casi en la frontal del área
culé, tras una pérdida de Iniesta y Muriel consiguió batir a Bravo para poner
el 2-1 en el marcador y emoción en el encuentro.
Pero Messi seguía queriendo seguir deleitando a su afición
como siempre y en el minuto 32 marcó un golazo de falta directa desde muy lejos
que dejó anonadado al Camp Nou, a pesar de ser algo habitual en él.
Tras el descanso llegaron numerosos cambios que permitieron
al aficionado ver a las caras nuevas en acción aunque el equipo terminó resintiéndose
y Budimir en el minuto 77 le puso toda la emoción a los minutos finales con el
3-2 en el marcador. Del Barça poco se supo en ésta segunda mitad, más que dos
palos de Arda tras un genial disparo y otro de Denis Suarez que casi ponen de
pie a la parroquia culé.
Por el bando barcelonista, queda abierta la temporada y a
partir de ahora todo va en serio, como el partido de ida de la Supercopa de
España ante el Sevilla del próximo domingo, con todas las buenas expectativas
del mundo puestas en esta campaña sobre los hombros de los pupilos de Luis
Enrique.
Artículo hecho por Meri (@Mtenas)
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