Un nuevo Sevilla post-Emery y un Barça todavía de pretemporada se enfrentaron anoche en el Sánchez Pizjuán en el partido de ida de la Supercopa de España.
El “Mudo” Vazquez, Mercado o Vietto debutaban ayer ante su
nueva afición con las ganas de querer demostrar el porqué de sus fichajes. En
cambio, el Barça confiaba en su vieja guardia de la última temporada, tratando
de introducir los fichajes poco a poco en el cuadro de Luis Enrique para no
quemarlos de buenas a primeras
Sampaoli preparó un partido de presión asfixiante a la
salida de balón del Barça donde Bravo, Mascherano y Mathieu, ayer puntualmente
lateral izquierdo, no se sentían nada cómodos a la hora de sacar el balón, ocasionando
muchas pérdidas al inicio del partido, que el Sevilla no supo aprovechar. A
pesar de eso, el primero en golpear fue el Barça de la mano de Luis Suárez, al
cual Busquets dejó sólo ante Rico y el uruguayo no supo rematar a gol.
Fue una primera parte muy accidentada para los hombres de
Luis Enrique, que pagaron muy caro el esfuerzo que suponía el ritmo imprimido
por el Sevilla desde el minuto 1 y los peor parados fueron Mathieu y Andrés
Iniesta que tuvieron que retirarse del terreno de juego, tras sufrir sendas
lesiones de las que hoy se sabrá el alcance. Fueron sustituidos por Lucas Digne
y Denis Suárez. Éste año y gracias a lo bien que han movido el mercado Robert
Fernández y su equipo, los cambios han dejado de ser un problema para Luis
Enrique y es que mira a su banquillo y tiene donde elegir según el momento y
según le convenga.
En la segunda parte, se vio que el entrenador asturiano había
estudiado bien la presión propuesta por Sampaoli y eso junto al cansancio
Sevillista le dio un plus para controlar el partido desde el primer minuto.
Ese dominio azulgrana se transformó en el marcador sólo 10
minutos después de haber empezado esa segunda mitad, cuando Denis Suárez puso
un pase al pecho de Arda Turan y éste, de manera magistral, se lo dejó de cara
a Luis Suárez para que disparara a boca jarro a la meta de Sergio Rico,
batiéndolo por primera vez y haciendo subir el 0-1 en el marcador, que ya se
convertía en un resultado buenísimo para el Barça pensando en el partido de
vuelta.
Desde ese momento, el entrenador argentino del Sevilla no se
amilanó y puso toda la carne en el asador pasando a jugar con tres defensas en
muchas fases del partido, también obligado por la lesión de Escudero, que tuvo
que ser sustituido. Además, en ese momento, los sevillistas jugaban con más
corazón que cabeza y la experiencia del Barça les podía matar en cualquier
momento, como así fue. Sólo a 10 minutos del final, Leo Messi se inventó un
pase entre los centrales sevillistas hacia Munir, que sólo hacia 4 minutos que
había entrado en el terreno de juego sustituyendo a Arda, para que el joven
canterano superara de nuevo a Sergio Rico y pusiera el 0 a 2 definitivo en el
marcador.
Resultado buenísimo para el Barça, que tendrá que rematarlo
el próximo miércoles en el Camp Nou, en horario intempestivo, si quiere que la
Supercopa de España 2016 se quede en sus vitrinas.
Artículo hecho por Meri (@Mtenas)
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