jueves, 18 de agosto de 2016

ES LA HORA, BETIS

Tras una primera parte de la pretemporada brillante e imbatido -donde se enfrentó a rivales de auténtico nivel-  y una segunda parte que no lo ha sido tanto, se presenta el Real Betis Balompié a unas horas del pistoletazo de salida que marca el inicio liguero y lo hace ofreciendo una mezcolanza de sensaciones encontradas, tanto deportiva como institucionalmente.


Por un lado, en lo deportivo, ha sido un periodo para atisbar este nuevo Betis que empieza a dibujarse de la mano de Poyet, donde parece que por fin empieza a contarse con la cantera y se intenta marcar un estilo de juego que pueda darnos muchas tardes de alegrías, con una más que preclara disposición a triangular, buscar la verticalidad, tener la posesión como modus operandi y correr a la hora de recuperarla. Ingredientes que a buen seguro harán que el bético disfrute tanto en el estadio, como en su casa. Que se gane o se pierda con él es algo que se verá, pero que los mimbres tácticos prometen es algo que muy pocos pueden poner en duda.

 En lo institucional, si bien ha supuesto la mejor pretemporada del Glorioso en los últimos años en cuanto a movimientos, premura, organización y estabilidad, con algunos fichajes prometedores y cierto empaque… también es un hecho que tanta distracción ajena al balompié –adquisición de equipo baloncestístico incluído- ha hecho que el Club olvide lo más importante: centrarse en cerrar una plantilla que hace aguas en algunas posiciones.

Que al equipo le hacen falta un pivote defensivo de categoría y un central en condiciones es vox populi, lo saben hasta los hebreos y a 48 horas de empezar sigue sin solucionarse. 

Además, las opciones que se barajan tampoco es que acaben de ser atractivas e ilusionantes precisamente. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde y encima viste de verde, pero el atar estos flecos es los que finalmente diferencia en marcarte una buena o una mala temporada.


Esperemos, no cabe otra, que todo se termine por finiquitar y tengamos -por fin y tras casi una década de surrealismo- una temporada con tranquilidad y aspiraciones, como se merece nuestro pequeño Grande de España y su afición.
Artículo hecho por Juan David (@juanvegaRBB)

No hay comentarios:

Publicar un comentario