Increíble partido anoche en el Etihad Stadium entre el Manchester City de Pep Guardiola y el Barcelona de Luis Enrique. Dos estilos muy similares, que chocan cuando se encuentran en un terreno de juego y tienen sensación de mirarse en un espejo.
André Gomes
para el Barça ocupó el sitio del lesionado Iniesta y no desentonó nada en los
primeros compases del partido. Por su parte, Guardiola apostó ésta vez por el
Kun Agüero en ataque en lugar de Nolito, aprovechando la baja de Piqué.
Fueron unos
primeros minutos de tanteo donde los hombres de Luis Enrique se hicieron con el
mando del partido y el City no sabía cómo parar el vendaval culé. Gran salida
de balón en defensa y tres estiletes delante que no terminaban de estar
acertados.
Hasta que en
el minuto 21, Leo Messi armó un contrataque desde su campo, tras un córner
botado por los citizens, le pasó un
balón directo a Neymar y éste dentro del área se lo cedió de nuevo al argentino
para que batiera a Willy Caballero y pusiera a su equipo por delante en el
marcador.
Tras éste
gol, el City sólo sacaba agua de la barca y el Barça se gustaba en sus jugadas
aunque no terminaba de rematar la faena y ampliar el marcador.
Eso lo
aprovechó el equipo de Guardiola para recuperar un balón en la salida del Barça
a Sergi Roberto y plantarse en el área de Ter Stegen donde Sterling cedió un
balón franco a Gündogan para que empatara el partido. Injusto por lo que se
había visto hasta el momento pero así es el futbol.
A raíz del
gol, al Barça le entraron todas las dudas y el City lo aprovechó para crear
cada vez más peligro aunque hasta el descanso no se movería el marcador.
Pep
Guardiola lo aprovechó para ajustar la presión de su equipo y a partir de ahí
el Barça desapareció. El vendaval vino de parte de los azules y el equipo culé
no supo cómo pararlo. Agravado por las pérdidas de balón en el centro del
campo, el Manchester City salía cada vez con más peligro a la contra. Hasta que
Busquets cometió una falta estúpida en el borde del área azulgrana y Kevin de
Bruyne se encargó magistralmente de transformarla en gol. El City le daba la
vuelta al marcador y el Barça no daba señales de vida tras el descanso.
A pesar de
eso, Luis Suárez se inventó una jugada por la banda derecha, con caño incluido,
que André Gomes remató al larguero con toda la portería a favor. A partir de
eso momento y ya con Arda Turan en el campo (penoso lo suyo) sin más noticias
del Barça.
Con la
entrada de Jesús Navas, se acentuó más la velocidad del City al contrataque
hasta que en el minuto 73, tras una cesión atrás de Agüero con el brazo, el
mismo Gündogan que había abierto el marcador, lo cerró rematando a placer desde
el borde del área pequeña de Ter Stegen.
Un
Manchester City muy necesitado de puntos para su clasificación consiguió el
objetivo y el Barça aún no ve peligrar su primer puesto ni mucho menos la
clasificación. Pero si dejó unas preocupantes sensaciones para enfrentarse al
Sevilla en el Sanchez Pizjuan el próximo domingo.
Artículo hecho por Meri (@Mtenas)
Artículo hecho por Meri (@Mtenas)
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