OSASUNA, LA MEJOR MEDICINA CONTRA LOS
MALES
Otra derrota rojilla contra un rival directo, que tiró de efectividad y contras para resolver un partido. El Sporting volvía a ganar once jornadas después.
Otra derrota rojilla contra un rival directo, que tiró de efectividad y contras para resolver un partido. El Sporting volvía a ganar once jornadas después.
Ambiente de gala en El Molinón con presencia de 500 aficionados llegados desde Navarra.
11 local:
Cuéllar; Douglas, Lillo, Meré, Amorebieta, Isma López; Carmona, Sergio Álvarez,
Rachid (N. Cases 70´), Moi G.(Viguera 79´); Duje Cop (Carlos Castro 82´).
11 visitante:
Nauzet; Oier, Flaño, Iván Márquez, Clerc; Torres (Berenguer 58´), Causic,
Imanol, De las Cuevas; Kodro (Sergio León 45´) y Oriol.
El choque
comenzó muy igualado, con muchas imprecisiones y apenas se sucedían las
llegadas a ambas áreas, se notaba la situación clasificatoria de los dos
equipos para no querer cometer errores. Sin embargo, los asturianos llevaban la
iniciativa a través del balón con un Osasuna en general bien plantado
defensivamente.
Cerca del 20´
comenzaron los primeros disparos, Moi Gómez y Douglas lo intentaron por parte
local. Después Oriol respondía con un tiro muy alto para poder abrir el
marcador. En el 35´, el croata Cop probó fortuna con un cabezazo forzado. A
cuatro para terminar el primer período Carmona remataba un centro de Amorebieta
para por fin poner el 1-0, gol que cambió el duelo para toda la segunda parte.
En el
descanso, Caparrós reaccionaba, aunque tarde, sacando a Sergio Leon por Kenan
para buscar mayor velocidad y desborde ante la defensa rojiblanca e intentar
igualar fuerzas. Precisamente el flamante fichaje rojillo finalizó la primera
jugada con un tiro cruzado.
Corría el
minuto 55 y el brasileño Douglas estrenaba su cuenta goleadora en España
cruzando un tiro solo y haciendo el segundo gol. El conjunto de Abelardo a
pesar de salir con 5 defensas, hizo bueno su sistema con unos laterales muy
peligrosos. Cada vez más cuesta arriba el partido para los navarros que mostraron su mejor cara cuando ya no tenían opciones.
Osasuna
arriesgaba más y el rival era consciente para aprovechar todos los espacios
facilitados, en otra contra llegaba la sentencia definitiva. Carlos Carmona
picaba el cuero ante Nauzet. Cinco más tarde, Miguel Flaño remató casi a placer
la asistencia de Berenguer para el gol del orgullo. Justo después el larguero
evitó el tanto del extremo de Barañáin.
Balón de
oxígeno del Sporting que ayer transformó sus buenas sensaciones del Bernabéu y
parte de la Copa en forma de triunfo. Osasuna parece un fácil remedio para
cortar cualquier dinámica negativa del rival. Una jornada menos y mismas
sensaciones que el último mes. Tras 355 minutos de sequía se estrenó la cuenta
de goles en la etapa Joaquín Caparrós.
Artículo
hecho por Dani (@Dani25_S)
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