El Villarreal consiguió quedarse con los tres puntos en casa gracias a un gol polémico de Bakambú en el minuto 92 de partido. Jarro de agua fría para un Leganés que mereció llevarse algo positivo, pero le volvió a pasar lo mismo que en la jornada pasada.
De entrada, el partido no se las prometía nada fácil para ninguno de los equipos, pues con las pocas jornadas de liga que quedan, tanto amarillos como pepineros quieren hacer sus deberes, antes de tener que jugárselo todo en las dos últimas jornadas de liga. El Villarreal jugaba para seguir en puesto europeos, mientras que el Leganés jugaba para distanciarse de los tres equipos que están puestos de descenso a Segunda División.
Una vez dentro del partido, la primera ocasión llegó muy prontito para los locales por mediación de Sansone que tuvo que hacer trabajar al meta del Leganés desde los primeros instantes de partidos. Los primeros quince minutos fueron dominados por el Villarreal hasta que el Leganés empezó a adelantar las líneas.
Trigueros insistió en la toma de la medular, pero la poca entonación del equipo se atenuó también con la falta de precisión de los visitantes, que aquejó las bajas de Szymanoski y Machís, jugadores que aportan movilidad y velocidad al equipo. En fin, la primera parte fue mayoritamente un monólogo del Villarreal en cuánto a posesión de pelota, pero no en profundidad para abrir la defensa pepinera y generar ocasiones de peligro contra la meta de Herrerín.
La segunda parte comenzó con un Villarreal un tanto tímido y un Leganés que adelantó la zona de presión. Como el equipo no funcionaba bien en ataque, el técnico Fran Escribá decidió meter a Samu Castillejo para aportar más profundidad y llevar más peligro contra la meta visitante. Tanto que fue así que en un momento de despiste de la zaga pepinera aprovechó el Villarreal para romper la igualdad en el marcador. Un gol de Bakambú en el minuto 67 tras asistencia de Soldado. Fue el 1-0.
Con la ventaja en el marcador, el Villarreal quiso dominar el juego con jugadas trenzadas y posesiones largas de balón, pero con el minuto 90 aporreando el cronómetro, un balón perdido en la frontal, fue recogido por Bueno que asistió a Guerrero para batir a Andrés Fernández para establecer las tablas en el marcador.
Pero un minuto más tarde, el Villarreal respondió con un centro de Dos Santos al que encontró como destinatario a Bakambú que remató claramente a la pelota con la mano, simulando la famosa Mano de Dios de Maradona. Por tanto, Bakambú firmó un doblete y dándole una victoria muy poco merecida para el Villarreal que se mantiene quinto con 57 puntos, mientras que el Leganés seguirá en el puesto 17 con 27 puntos.
Artículo hecho por Jairo Peña (@jairopena69)
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