Partido muy igualado con dos equipos muy separados en la tabla. Los dos equipos buscaron perforar la portería rival pero nii Ortuño, de penalti, ni Stephane Emana en una acción solo contra Cifuentes consiguieron marcar para adelantar a su equipo.
Partido muy
igualado el que se ha visto en el Estadio Ramón de Carranza, con dos equipos
con mucho en juego pero con objetivos muy dispares. El conjunto local llegaba
al encuentro después de una victoria a domicilio que cortaba una mala racha;
por su parte, los catalanes llegaban a La
Tacita de Plata tocados tras la derrota en casa frente al Reus en el derbi
de la provincia de Tarragona.
El Cádiz
llegaba al encuentro con varias bajas en defensa eso, sumado a la fragilidad
defensiva del Nàstic, hizo que los dos entrenadores plantearan un partido
basado en la pegada ofensiva. Así el partido comenzó siendo un corre-calles,
los dos equipos desbocados en el ataque, con oportunidades en los dos equipos.
El Cádiz creando mucho peligro por las bandas hasta el punto que, uno de los
mejores jugadores del conjunto amarillo, Salvi, falló a puerta vacía un centro
de Álvaro García. Por su parte el Nàstic respondía con Lobato, Stephane Emana y
Álex López que, con su velocidad se desprendieron de una mermada defensa
gaditana, pero nunca pudieron superar a un muy seguro Cifuentes.
Pasados 20
minutos, el partido se tranquilizó y empezó a dominar el conjunto local. El
Cádiz atacaba sin titubeos la portería defendida por Manolo Reina, pero no
logró llevar el esférico al fondo de la red. El Nàstic aprovechaba pequeños
fallos del Cádiz para armar la contra siempre liderada por el pequeño de los
hermanos Emana.
Con este
dominio del Cádiz y con el “poco aprecio” que le tienen en Cádiz a Ais Reig (árbitro
del encuentro) la afición cadista se vino arriba, y su equipo seguía atacando
de manera vertical, sin sobar demasiado el balón. En estos compases del partido
varios jugadores del Nàstic picaron de pardillos, e hicieron varias faltas
innecesarias, que no violentas, pero que les causaron varias amarillas a
defensores del equipo grana, con este panorama llegaron al descanso.
Después de
los 45 primeros minutos aumentaron los nervios en los dos equipos, el Cádiz
quería llevarse los 3 puntos, el conjunto de Merino sabía que arrancar un punto
del Carranza ya estaba bien, pero no quería confiarse sabiendo del potencial de
los pupilos de Cervera.
La primera
ocasión clara tras el descanso fue para el Gimnàstic, concretamente para
Lobato, que falló un disparo desde cerca del punto de penalti. Los dos
entrenadores hicieron cambios ofensivos en el equipo, y parecía que cuajaban
más los del conjunto catalán.
Tras un tramo
del partido de intercambio de golpes, llegó la jugada que cambiaría el partido.
Un córner a favor del Cádiz, lanzado por Aketxe, que en un principio llevó
peligro pero el Cádiz no lograba rematar, una vez la defensa catalana había
despejado, el árbitro señalaba la pena máxima. Penalti de Mossa, que agarró
durante toda la acción del saque de esquina a Ortuño. Además le suponía la
segunda tarjeta amarilla, el Nàstic se quedaba con un jugador menos y un
penalti que iba a lanzar el goleador cadista, Alfredo Ortuño. El fantástico
goleador que tantas alegrías le ha dado a la afición del Cádiz CF mandaba el
balón a las nubes.
Con un jugador
menos, Merino suplió la baja de Mossa quitando a Álex López y en su lugar puso
a Perone, un central. El equipo de Tarragona, ya sabía que sacar un empate del
Carranza en esas circunstancias era crucial. Todo el equipo pasó a fase
defensiva, y el Cádiz ataque tras ataque, intentó perforar la defensa del Nàstic,
pero se quedó en el intento.
Se acercaba
el final del partido y el Cádiz seguía intentándolo, ya fuera con centros desde
las bandas o disparos desde lejos, así Aitor García estuvo muy cerca de hacer
gol.
Corría el
minuto 89, y en uno de esos ataques, consiguió robar el Nàstic y le mandaron el
balón a Stephane Emana, que inició una carrera en solitario, solo Cifuentes le
separaba del gol, y fue Cifuentes el que paró el disparo demasiado centrado del
delantero.
El árbitro
Ais Reig, después de una segunda parte con 6 cambios, un penalti y expulsión y
varias pérdidas de tiempo por parte de Manolo Reina, añadió solamente 3
minutos, de los cuales se jugó 1 que no sirvió para cambiar el devenir del
partido.
Punto
insuficiente para un Cádiz que la semana que viene visita al Zaragoza y punto
muy positivo, sobretodo en el apartado moral, para un Nàstic que recibirá a un
histórico como el Oviedo en el Nou Estadi.
Artículo hecho por Iván (@ivanbetisbarna)
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