El viernes
pasado, día siete de julio, las peñas del CD Tenerife, recogiendo el malestar
de la afición ante la no renovación de don Víctor Pérez Borrego y el rumor de
doña Milagros Luis Brito como candidata a ocupar su puesto en la dirección
general del club, solicitan y obtienen una reunión con el presidente, Sr
Concepción Cáceres, con la intención de manifestarle su malestar ante los
comentarios aparecidos en la prensa.
Al final de la reunión, las peñas mostraron su descontento argumentando ante los medios que el presidente no habló del tema principal, sino que trató de los fichajes, haciendo así un regate a los presentes, que salieron sin nada claro.
Ante esto, el
Frente Blanquiazul convocó una manifestación
con la intención de que los aficionados manifestasen su descontento
respecto a la no renovación del Sr Pérez Borrego, frente al anunciado
nombramiento de la Sra Luis Brito, y también ante la política de fichajes del
director técnico Sr Serrano, responsable de que en el CD Tenerife haya un
constante trasiego de futbolistas, tanto en verano como en la campaña de
invierno.
Parece, por
tanto, que la cosa estaba clara; antes y después de la reunión, todas las peñas
estaban de acuerdo en estos puntos y, sin embargo, a la manifestación no
acudieron más que unas treinta personas, cuando los descontentos deberían ser
la mayoría de la masa social del club.
¿Por qué se
produjo este fracaso que ha supuesto, además, que el presidente se vea
reforzado?
Nosotros ponemos
sobre la mesa algunas consideraciones para el debate, con la única intención de
aportar algo a este asunto:
1.-
Posiblemente, la manifestación parte del error de ser convocada por una sola
peña, y eso, supuestamente, provoca la desconexión de las demás.
2.- Si fue así,
¿por qué no se convocó una reunión de
peñas para tratar de hacer una convocatoria conjunta?
3.-¿Las peñas no
se coordinan entre sí?
Sea como fuere,
la primera consecuencia es que ha quedado en evidencia el FB, quizá pagando con
creces la posible precipitación ante una convocatoria que tenía que haber sido
un éxito, advirtiendo al presidente que, aunque el club sea una sociedad
anónima, hay que contar con la opinión mayoritaria de los aficionados. Ahora,
ante el fracaso, esta peña, una de las más significativas, tendrá que analizar
los hechos, ver dónde ha estado el error y aprender la lección, que nunca es
tarde. Y tampoco sería malo que el análisis llegara a todas las peñas, porque
la reflexión y el debate -con argumentos y escuchando- nunca hace daño.
Lo que sí parece
cierto es que después de la manifestación fallida, Concepción sale reforzado y
la masa social, con el solo apoyo de treinta manifestantes, poco poder tiene, por mucha razón que se
tenga en los asuntos que se trataban y que seguramente se seguirán discutiendo.
¿Significa
quizás este fracaso que l@s aficionad@s son indiferentes a la política del club
y solo le preocupa que el balón entre en la portería contraria?
Preferimos
pensar que ha sido un error del que muchos de nosotros tendremos algo que
aprender, porque, si no fuera así, tendríamos que aceptar que tenemos lo que
nos merecemos,
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