El Barça vivió anoche un partido muy duro en el estadio José Alvelade de Lisboa. Con un llenazo absoluto y un ambiente infernal, los hombres de Valverde supieron abstraerse de todo para llevarse los 3 valiosos puntos y un liderato muy merecido en ésta edición de la Champions League.
El entrenador extremeño optó esta vez por darle a Sergi
Roberto la banda derecha del ataque culé y a Semedo la de la defensa y ninguno
de los dos defraudó. De hecho, seguramente fueron de los mejores de su equipo.
En cambio, Gerard Deulofeu tuvo que verlo, por segundo partido consecutivo,
desde la grada. Mal momento para el canterano.
Por su parte el Sporting, no usó ésta vez a su tanque Bas
Dost en ataque y si apostó por el marfileño Doumbia, que tuvo que ser
sustituido por el holandés antes del descanso, al lesionarse intentando simular
un penalti. De todas formas, como durante todo lo que llevamos de temporada, el
mejor jugador lisboeta fue Bruno Fernandes, demostrando destellos de su gran
calidad y también tuvieron a un Mathieu imperial en defensa, rindiendo a un
gran nivel, muy por encima de sus compañeros de zaga.
El Sporting estuvo muy junto durante todo el encuentro y al
Barça le costaba encontrar líneas de pase y, cuando lo hacía, se encontraba con
un gran Mathieu y también con las espectaculares intervenciones de Rui
Patricio, vigente campeón de la Eurocopa con Portugal.
Con un Messi que no estaba especialmente lúcido y un Suárez,
negado de cara a gol y que sigue fallando ocasiones claras, Iniesta puso la
magia y la clarividencia.
Los portugueses, por su parte, intentaron defender muy bien
y salir rápido al contragolpe, aunque en la primera mitad sólo lo consiguieron
en un par de ocasiones y sin inquietar demasiado a Ter Stegen.
Parecía que lo más difícil para el Barça seria perforar la
meta de Rui Patricio y el momento llegó sólo 3 minutos después de la
reanudación tras el descanso. Messi botó una falta desde la media punta culé,
escorada a la derecha y, mientras Luis Suárez molestaba, Coates se hizo un lío
con el balón y se lo introdujo en su propia portería. Tercer gol en propia
puerta de los azulgrana en los últimos dos partidos, que demuestra que la
suerte también está de su lado.
Parecía que lo más difícil estaba hecho pero el Sporting no se
rindió y el Barça se acomodó. Cedió el balón a los portugueses, como claramente
se vio con la entrada de Paulinho por Iniesta, y ahí sufrió más de lo
necesario.
Incluso Ter Stegen tuvo que aplicarse a fondo en alguna
ocasión, como ante un disparo de Bruno Fernandes, que el meta alemán sacó
magistralmente con una mano.
En definitiva, partido tosco y difícil para los culés, que
consiguieron sacarlo adelante con mucho oficio y dejar muy bien encarrilada la
clasificación para octavos, a la espera del doble duelo ante Olimpiacos, que
definirá muy bien cómo está el grupo.
Juventus y Sporting de Lisboa ocupan la segunda y tercera
plaza respectivamente, cerrando el grupo el equipo griego que aún no ha conseguido
ningún punto.Artículo hecho por Meri (@Mtenas)
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