sábado, 7 de octubre de 2017

CRISTIANO RONALDO: LA ECLOSIÓN DEL GOLEADOR INSACIABLE PARTE 2

Las cuatro primeras temporadas de Cristiano en el Real Madrid no trajeron los éxitos deseados a nivel colectivo, pero el portugués seguía batiendo récords con mayor voracidad que en su etapa en Manchester. Unos números espectaculares, 201 goles en 199 partidos metían a Cristiano entre los máximos goleadores históricos del Real Madrid en tan sólo 4 temporadas.

Presentado ante un Bernabéu repleto hasta la bandera, como jamás se había visto en ninguna presentación, ni se ha vuelto a ver, con el "9" en la espalda, junto a las 9 Champions que atesoraba el Real Madrid en ese verano de 2009 y al grito de "1,2,3, Hala Madrid!!", Cristiano Ronaldo estaba exultante y prometía dar lo mejor de si mismo para ganar muchos títulos con el equipo de la capital.

El primer año con Pellegrini fue en el que acumuló "peores" números a nivel personal, 33 goles, motivados por una lesión que le provocó Diawara, que preguntado un tiempo después dijo: "Es verdad que voy duro y rápido al choque, pero las imágenes de televisión reflejan que toco el balón". El nivel del equipo tampoco estuvo a la altura de lo que se espera del Real Madrid, eliminados en la copa del Rey por el Alcorcón y en Champions eliminados por el Olympique de Lyon en un partido de vuelta en el que Higuaín con Cristiano solo, para empujar el balón a portería vacía decidió tirar y estrelló el balón en el palo y el equipo blanco quedó eliminado. En La Liga el Madrid sumó 96 puntos, que no fueron suficientes para ganar la competición doméstica frente al Fútbol club Barcelona y el no ganar los partidos importantes, pusieron a Pellegrini en la puerta de salida.

En la temporada 2010/2011 el Madrid da un golpe de timón y ficha a José Mourinho que acababa de ganar todos los títulos con el Inter, incluida la Champions en el Bernabéu, Cristiano empieza a anotar goles como nunca antes lo había hecho, y salvo el resultado del Camp Nou, el Madrid alcanza las semifinales de Champions League tras ocho años vagando por el desierto de los octavos de final, Cristiano gana su duelo particular a Messi por la bota de oro y el pichichi, y marca el gol de la victoria en una de las mejores finales de Copa del Rey de la historia, La Liga se les vuelve a atragantar, pero el Madrid da sintomas de recuperación y de volver a ser un equipo competitivo. 

Los números de Cristiano se mantendrían en máximos históricos en todas las competiciones, y así el Real Madrid volvió a alzarse con el trofeo de campeón de Liga y empezó a competir con el Barcelona consiguiendo resultados favorables y ganando la Supercopa de España en la temporada siguiente, tras la cual, a pesar de alcanzar las semifinales de Champions por tercera temporada consecutiva Mourinho decide abandonar la disciplina blanca tras no alcanzar los objetivos marcados por la directiva.

Estos cuatro años fueron los más difíciles para un Cristiano siempre cuestionado incluso por su propia afición, al jugador luso le costó una temporada y media arrancar la primera ovación cerrada del Santiago Bernabéu, un jugador que fue clave en la consecución de los tres títulos cosechados en este período de tiempo.  Unos números brutales que tan solo el "7" blanco era capaz de mantener, y un equipo que no lograba mantener un nivel de juego homogéneo en toda la plantilla para acompañar al máximo artillero del Real Madrid.
Artículo hecho por Adrián Álvarez (@AdriAfoe)

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