MORALES PAGA OTRA RONDA
Un gol del Comandante cerró una eliminatoria que parecía que se iba para Girona.
Ni el horripilante formato establecido, ni el horroroso horario de los partidos del mismo pudieron evitar la asistencia de aficionados granotas al partido. Con una visión triste del estadio, semi-vacío, Muñiz sacó a su once de los que descansaron en el partido contra el Atlético, más la sorpresa de Langerak en la portería, dejando entrever que el portero para la Rosaleda será Oier.
Todavía con los petos de calentamiento puestos, las lesiones volvieron a azotar al Levante, Cheik Doukouré, que iba a defender el centro del campo junto a El Hacen sufrió una microrotura, por lo que entró Rober Pier, que más tarde también se lesionaría al final, y en su lugar entró José Campaña. Con el gallego y el costamarfileño ya son siete los jugadores en la enfermería granota.
El Girona también tuvo un día gris con las lesiones, ya que el encontronazo entre el mauritano El Hacen y Carles Planas, terminó con el canterano del Barcelona retirado en camilla ante la imposibilidad de continuar; En su lugar entró el canterano del Peralada Bambo Diaby.
El partido quedó marcado por la poca acción de ambos conjuntos, pese a que Pablo Machín pusiera insistencia en llevarse la eliminatoria con el gol de Johan Mojica tras el error defensivo de Samu García, que ni está en forma, ni se le espera.
Tras el gol, el Levante consiguió dormir a los aficionados y al partido, hasta que en la segunda mitad, y con la salida de Morales por Nano Mesa, desaparecido en el 'fragor' del partido, una jugada de Emmanuel Boateng dejó el balón muerto en el borde del área, balón que recogió el Comandante para batir a Gorka Iraizoz y cerrar la eliminatoria, dejando quince minutos de la basura, como diría Andrés Montes, en los que ni Levante quería hacer más, ni Girona quería seguir jugando.
Artículo hecho por SMartínez (@DrAlesby11)
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