Mal momento el que atraviesa la UD Las Palmas, penúltima en
la clasificación, con tan solo 6 puntos. Los números son pobres, no mienten y
reflejan el declive de todo un histórico equipo de Canarias. Acumula solamente
dos victorias en lo que va de temporada liguera, y suma nueve derrotas con la
escalofriante cifra de 28 goles encajados y tan solo 8 anotados. Desde que el
actual técnico Pako Ayestarán cogiera el testigo tras la renuncia de Manolo
Marquez, la UD Las Palmas ha encajado 18 goles en 5 partidos. Números que
asustan, pero si os preguntáis donde está el problema, la respuesta es
sencilla, el problema está en casa.
La UD Las Palmas no es que haya comenzado mal el campeonato,
no viene de un mal comienzo, viene de la temporada pasada, desde que el ex
técnico Quique Setién anunciara que no iba a seguir. Es ahí, en mi humilde
opinión, donde comienza todo. Los amarillos acabaron la temporada 2016/2017 de
tal forma, que no es comparable a como la empezaron. Con ello, muchos
aficionados y/o abonados dudaban sobre renovar su carnet o no. Algunos lo
hicieron, otros no, muchos esperaban una chispa, algo que les motivara, pero no
llegaba. Como suele ser habitual, el primer encontronazo fue el precio de los
abonos. Todos los años igual, precios desorbitados para un equipo que no
enamoraba, que no enganchaba, una vez más se perjudicaba al aficionado. A eso
le sumamos los fichajes a coste cero, 9 adquisiciones sin gastar un solo euro,
inclusive el entrenador, pescado del filial a pocos días de comenzar la
pretemporada, tras la desastrosa operación para hacerse con los servicios del
desconocido De Zerbi. Una vez más, nefasta planificación.
A dia de hoy, la UD Las Palmas cuenta con una plantilla de
ensueño, la mejor de la historia según el presidente de la entidad, pero que no
ha sabido carburar, o al menos de momento. Hacer las cosas mal desde un comienzo,
“parcheando” situaciones ha pasado factura. A ello, y que no sirva como excusa,
hay que sumarle el estado físico de los jugadores, y en mayor desgracia, las
lesiones; Vitolo tardó en estar (para mí
no está dando el 100%), Sergi Samper igual, Halilovic está en el dique seco
hasta dentro de 2 meses, ahora Jonathan Viera sobre las tres o cuatro semanas…
No seré yo quien defienda al técnico (12 derrotas
consecutivas, el peor registro en la historia de la Liga) pero una cosa si está
clara, Ayestarán tiene la misma culpa que tuvo Setién en su momento, NINGUNA.
La cosa pinta mal, no hay que engañarse, pero para todo hay
solución, incluso con este panorama, y estoy seguro que la UD Las Palmas
seguirá estando donde se merece, en la primera división. No será fácil, eso es
más que evidente, pero recuerden lo que decía Paco Herrera cuando el ansiado
ascenso, “esto es la Unión Deportiva Las Palmas, no puede subir sin sufrir”. Y ahora nos tocará sufrir,
esta vez, para salvar la categoría.
Articulo hecho por David (@yellow_feeling)
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