La pasada noche se vivió la vuelta de la Copa del Rey en Cornellà, en la que enfrentó al Espanyol y al CD Tenerife. Un partido disputado y que se vio tristemente afectado por el lamentable trabajo que realizo el colegiado Iglesias Villanueva y su cuerpo arbitral, esto no solo ha generado la indignación de una afición si no de un país.
El partido empezaba con igualdad, en el minuto 9 del partido Bryan Acosta con el balón en los pies comienza una galopada hasta acercarse unos 8 metros al área grande, donde pega un trallazo y la mete por debajo de las escuadras marcando un auténtico gol de libro.
Con el 0-1 a favor del conjunto chicharrero, hubo en el césped un dominio total del balón por parte del equipo local, donde llegaron a tirar un par de veces a puerta pero sin suerte.
En el minuto 34 del partido llegó el desastre, el árbitro Iglesias Villanueva pitó un penalti inexistente y estúpido, que acabó en gol dando el 1-1. Una mano de Jorge Sáenz, que está a casi 2 metros del área. Nadie del conjunto arbitral se dio cuenta (o quisieron decir nada). Este caso ha dado la vuelta al país, generando más odio contra este señor, ya que no es la primera vez que tiene un fallo de estas magnitudes. La semana pasada en Mestalla le quitó un gol al Barcelona, un balón que entró más de medio metro dentro de la puerta. Este árbitro debería estar sancionado, por su pésimo y deficiente trabajo, un inútil que se le tendría que prohibir pitar en cualquier estadio, de cualquier categoría.
La primera parte acababa con un Tenerife más metido en el partido, y con un paradón de Carlos Abad. En el minuto 56 de la segunda parte tras una ofensiva del equipo perico y una bonita jugada de toque que acaba en un pase de tacón, Granero metió un gol de fuera del área, poniendo en el marcador el 2-1, dejando a los tinerfeños fuera de la competición.
Este último gol fue el chute de energía que hizo que el CD Tenerife lo diese todo, transcurría un partido más dinámico donde los dos equipos tenían ocasiones, y aunque el Espanyol tenia el encuentro a favor seguía buscando el gol. Con un Tenerife con casi todos lo jugadores metidos arriba, surge en el minuto 90 un contraataque del Espanyol peligroso, donde solo había un defensa chicharrero contra Marc Navarro y Sergio García, que fue este último que marcó el 3-1.
Pensando que ya todo había acabado, en el "94" el suplente recién salido Juan Carlos Real se hizo un "Asensio", y desde bastante lejos se marcó un GOLAZO por toda la escuadra, inaccesible para Diego López.
Un encuentro más marcado por el pésimo trabajo arbitral, la gente pide a gritos ya el "VAR",y que no queden impunes estos gravísimos fallos.
Artículo hecho por Eduardo Vargas (@eduvargas800)
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