domingo, 13 de marzo de 2016

BEMOLES......Y ALGO MÁS

Llegaba el Betis al Bocho con media permanencia en el bolsillo dentro de una semana tranquila, con casi todos los jugadores disponibles, mientras que, en paralelo, la prensa local sondeaba a Merino y los suyos preguntando sobre si el equipo podría aspirar a clasificarse en lugares europeos. Un panorama endulzado bajo la apariencia de un Athlétic bilbaino cansado tras la disputa del choque uefo sólo tres días antes del choque de hoy contra los verdiblancos, a lo que se unía alguna que otra baja forzosa, uniéndose además el gravamen de un césped pesado como para hacer un derroche físico.

Pero resulta que en esto del fútbol para ganar hay que tener por lo menos dos factores: por un lado, ganas. Un conjunto que desde los inicios del encuentro fue clarísimamente superado por un Bilbao que no quiso partir de la especulación, sino de un clarísimo espíritu ganador que nos recordó el que puso el Betis ante el Granada el domingo pasado. Este Betis, de forma i-n-c-o-m-p-r-e-n-s-i-b-l-e, careció de ese interés; algo que se antoja inaceptable para unos jugadores que se deben a un escudo, a una afición inasequible y, por descontado, a un sueldo que sepamos está al día. Por lo que se trata de evitar esta clase de episodios desagradables a los que alguna que otra vez este equipo nos ha colado. Merienda de negros indeseada, pésima, inesperada, de la que a buen seguro se está hablando y se hablará. Porque puedes tener una mala tarde, pero cuando la camiseta pesa, mala, muy mala cosa.

La segunda parte de este desaguisado pudo haber sucedido "gracias" al planteamiento que Juan Merino ofreció en San Mamés, dibujando un claro esquema en el que el centro del campo no podía ofrecer creación sino contención, algo que tampoco funcionó. Molina y Joaquín tampoco están debido a sus años como para ejercer presión adecuada todo o casi todo un partido; Pezzella es un coladero en el marcaje, mientras que también uno de los laterales verdiblancos jugó a pié cambiado, Musonda es una isla que no puede contra tres, etc. Para más inri, lo escaso para la creación en el banquillo, es decir, Ceballos, al igual que el deshaogador Fabián, el esperado Westermann, y el denostado por Merino, Damiao ( bravo por ese millón de euros, pero como quedan partidos no pasa nada ). Para colmo ya, se empieza una Segunda Parte con el mismo once y hasta bien entrada la estocada no se realizan cambios, olvidándonos por supuesto de nuevo del delantero brasileño.

Tras este desaguisado, un Málaga que viene este sábado bajo la vitola de haber hecho casi todos sus deberes, algo que este Betis está obligado a hacer ahora, viendo que no aparenta hasta el momento tener más chica ni limoná que los bemoles que escondió en la Catedral, pero que deberá sacarlos de nuevo, dejando las especulaciones y tomando de una vez por todas la iniciativa perdida. Pero, claro, esperemos también que este técnico deje de volver a recordarnos en algunas facetas al que se marchó para que estemos contentos por lo menos en lo mínimo exigido algo antes de la última Jornada.
Artículo hecho por (Rafael Medina Delgado)

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