lunes, 9 de mayo de 2016

EL BÉTICO NO DEBE OLVIDARLO NUNCA

Penúltima Jornada, tarde de transistores y de carrussel en directo. El Betis cumplió mediante el deslucido juego que lo ha caracterizado esta temporada, una permanencia que pasaba por lograr ese ansiado punto en Eibar, evitando de esa forma un indeseable último partido que, a cara o cruz, según vivencias pasadas, casi nunca resultó favorable para los intereses verdiblancos.

Sin embargo, la lucha por el descenso también se jugaba en otros escenarios, tales como Riazor, Nou Camp, San Sebastián, Getafe y Sevilla. En estos dos lugares, un equipo, el madrileño que se medía al Sporting, necesitaba la victoria imperiosa para, en el último partido, volver a vencer, en esta ocasión a un Betis que, de perder ante Éibar y getafenses, hubiera finalizado la Liga casi con los dos pies en Segunda División, pero no fue así.. Por otra parte, para el Granada todo dependía de llevarse los tres puntos del Pizjuán siempre y cuando se dieran otros resultados que finalmente le beneficiaron, cumpliéndose el anhelado guión para los de la Alhambra.

El panorama de un Sevilla " festivo ", pensando en su final europea, sin nada que jugarse en la clasificación, por un lado, formó un equipo mixto en el que suplentes y algún que otro " nuevo ", se enfrentaron a un Granada deseoso de la victoria. Hasta aquí todo parece correcto, pero la prensa sevillana poco partidaria de ver la realidad de lo que estaba pasando en Eduardo Dato, excusó, tapó y decoró como hizo en otras ocasiones, la realidad de que el eterno rival del Betis volvió a dejarse de nuevo los puntos cuando el futuro de éste volvía a encontrarse en un complicado trance. Como preveíamos, los béticos apostábamos por la clara victoria granadinista en estas circunstancias, pese a que también los de Nervión jugaban el último partido liguero ante su público y quizás también harían lo mismo algunos de los jugadores o incluso hasta el propio Émery.
El Sevilla volvió a unas andadas que la Historia recuerda de entre los episodios más tristes de la rivalidad local. Fue allá por 1985 cuando el Betis jugaba su permanencia en la Rosaleda ante un Málaga que también luchaba por lo mismo. En aquella última Jornada, a su vez, los nervionenses que no se jugaban nada, fueron derrotados en el Sánchez Pizjuán 0-2 por un Valladolid que también decidía su continuidad en Primera División. Afortunadamente, los béticos empataron y se salvaron, quedando aquella infamia en la báscula de las afrentas. Una década después, fue el Betis quien devolvió la moneda al Sevilla cuando el Betis perdió ante el Sporting de Gijón por 0-1, combinación que unida a la derrota blanquirroja en Oviedo, dio con los sevillistas en la Segunda División. El beticismo no olvidó, sin embargo el Sevilla empeñado en seguir por delante en estos menesteres, tuvo una ocasión que no desaprovechó en la Jornada 35ª de la 99-00, al perder por 2-3 contra el Oviedo; resultado éste que metía a los béticos en puestos de descenso, aunque, pese a todo, el Betis no aprovechó las siguientes jornadas y terminó descendiendo. 

Bajo aquellos precedentes, la Jornada de ayer fue más o menos un calco conductor de estas historias pasadas que tuvieron un claro comienzo por parte sevillista hace 31 años, sólo que el Betis, otra vez por méritos propios, se libró de bajar. De este modo, el beticismo no debe olvidar JAMÁS que la esperada estabilidad económica, institucional, e incluso hasta la deportiva que anhela un proyecto futuro, estuvieron ayer en grave peligro gracias en parte a otro nuevo intento de zancadilla por parte de quienes presumen de ser un club señor y sin mácula, siempre justificado por la prensa de casi toda la vida y también por aquellos " guardianes " blogueriles obstinados en llevar siempre la razón. 

Así que, bético, no olvides este día, en que la infamia te quiso pisar de nuevo, Betis, la pureza de tu blanco y el verdor de tu esperanza; quijotesco, alanceado mas nunca muerto, pero esperando grandes momentos que cuando lleguen no deberemos nunca soltar. No lo olvidéis.

Artículo hecho por (Rafael Medina Delgado)

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