viernes, 22 de julio de 2016

UN CABREO SEVILLISTA SIN JUSTIFICAR: BETIS BASKET RM

La segunda parte de la historia, es algo que ha resultado inevitable de omitir, pues el aspecto cotidiano es una consecuencia necesaria de abordar, debido a la importancia  que muchos aficionados del eterno rival blanquirrojo, han concedido a la culminación de este hecho. 


A la sombra de la Giralda, gira el microcosmos de la vida ordinaria de una ciudad, en la que algo menos de esa misma, la de la parte sevillista, contempla atónita como en menos que canta un gallo, marcando los tiempos y a última hora, Haro, Catalán y los suyos, se hacen nada menos que con el Club Baloncesto Sevilla. No te digo ná.

Y es que, los aficionados acostumbrados a ganarlo , cuya entidad hizo de Pilatos ante el SOS cajista, ahora se tiran de los pelos por la audaz maniobra verdiblanca y las voces claman por el error de su cúpula directiva. Qué pena.

Federico Moccia, decía " No se puede tener todo; sin embargo es necesario aspirar a ello...." Adagio que aplica el sevillista, que, asemejando al eucalipto, no deja crecer la hierba alrededor. Mal asunto éste, porque ahora no habrá palangana para el consuelo, preguntándose muchos: " ¿ Porqué el Sevilla no tiene equipo de baloncesto en la Liga ACB y el Betis sí ? " o " ¿ Cómo que el Betis se ha apoderado del Caja ? ".

Podría servirles de bálsamo el hecho de que allá por 1960, el entonces Club Atlético Deportivo Universitario, el C.A.D.U., que las pasaba canutas por falta de liquidez, fue rescatado por el Sevilla FC. Fue, pues, la nata universitaria que pasaba a manos de un eterno rival ávido en su intención de aumentar su masa social, ante el pujante Betis de Villamarín. Aquel equipo sevillista de basket consiguió mediante una trayectoria meteórica, ascender a la División de Honor, en la que permaneció la Temporada 63-64. 



Abajo, imagen del Sevilla FC de Baloncesto, en 1964. Fotografía Gelán.
De aquella manera, los sevillistas no deberían quejarse, puesto que las secciones deportivas generadas y que tanto tiempo les perduraron, sirvieron de alguna forma para expandir el sevillismo. Eso sí, puede resultar morrocotudo el hecho de que aunque la mayoría de los sevillistas abandonen San Pablo por negarse a la reconversión, también muchos jóvenes y niños, seguidores incondicionales del Caja o simples amantes del basket, sin colores balompédicos por definir o incluso hasta sevillistas, lleguen a ser nuevos béticos, aunque el tiempo será quien dicte, por lo que sería necesario la continuidad que no se tuvo 
en tiempos de Villamarín, cuando las secciones deportivas creadas por el gallego, tuvieron una vida casi efímera ( 1960-1963/64 ).

Así comenzaron, en aquella década prodigiosa, al igual que antes se dijo sobre el eterno rival del Betis, las distintas disciplinas deportivas verdiblancas que contaron también con su equipo de baloncesto pero que, como es costumbre por Heliópolis, no se suele alcanzar las cotas a las que llegaron los sevillistas. En el caso del baloncesto, fue el equipo del Colegio Claret el que pasó, en 1960, a denominarse Real Betis de Baloncesto, vistiendo con los colores verdes y blancos, colocados horizontalmente en la camiseta. Aquel equipo claretiano, que partió de la base de ser Campeón Regional, no llegó a tanto y, al igual que resto de las secciones polideportivas, dejó de existir en el organigrama heliopolitano porque, según comentaban antiguos béticos destacados, Villamarín consideró que las secciones supusieron un gasto excesivo.


El repaso a la Historia y a lo que puede significar el cabildeo y la farfulla callejera o bodeguera - a la que bien podría sumarse el Barbeito de turno, espada de la prensa dogmática sevillista en abecelandia -, o algunas de las posibles derivaciones de este hecho histórico, termina de momento por aquí, deseando estabilidad deportiva - económica y larga vida a este nuevo club del deporte del aro ( Haro, magnífico negociador ), el cual será representado en la LIGA ACB por el Real Betis Balompié. 

Ese es el verdadero ejemplo de la sevillanía de la que muchos otros presumen y también carecen. 

Articulo hecho por Rafael Medina.

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