CRÓNICA-OPINIÓN: DERBI SEVILLANO

"HASTA LOS HUEVOS"

El gran derbi. promocionado como una marca, una fiesta para todo aquel que quisiese disfrutar de uno de los partidos más renombrados. Que bonitas son las horas previas, esa mezcla de emociones: nervios, miedo, tensión, ilusión. El partido, nuestro partido, de la ciudad.

Empieza y no apartas los ojos en un solo momento, pendiente a cada jugada, cada balón perdido y ganada, esa contra peligrosa que un por un momento te ha quitado la respiración y ese despeje defensivo que te la ha devuelto. Hasta de las peleas estás pendiente. Pasa una primera parte justa, igualada, con un Sevilla aprovechando lo que le llegaba sin pensárselo dos veces y un Betis que, aunque no hizo el mejor de los juegos, nada tiene que ver con lo que veíamos derbis atrás. Llegó el descanso y las sensaciones eran más buenas que malas.

Comienza la segunda parte y por un momento creíamos que esas sensaciones se iban a ir, cuando Mercado, casi sin darse cuenta ni él mismo, puso el primero tras superar a Adán con un gol rematado con la espalda. Por un momento, y habiendo vivido lo que ya hemos vivido, lo primero que piensas es "ya está, ahora brazos abajo y a sufrir" pero no, a diferencia de lo conocido, el Betis reaccionó y buscó su oportunidad, y la encontró, jugada de Joaquín, centro de Rubén, gol de Alegría. Explosión de júbilo en la grada, en el bar, donde fuese, la emoción llegó. Pero duró lo mismo que una golosina en la mano de un niño. Fuera de juego. "¿En serio? ¿Fuera?", "Eso como va a ser", incrédulos todos viendo la repetición. No se daba crédito. Otra vez, otra puñetera vez más. Gol anulado porque le dio la gana. Gol legal, sin subir al marcador. El resto del partido fue incómodo, esperando que llegara de nuevo otro para empatar, pero no, los 3 puntos se los dieron a Nervión.

¿Como puede ser que el linier viera fuera de juego? ¿Dónde miraba? ¿Por qué influir de esa manera en un resultado tan importante? Es el derbi sevillano, Sevilla Fútbol Club - Real Betis Balompié. No son solo 3 puntos, es una ciudad dividida junto al honor, la dignidad y el propio amor a sus colores. Es mucho más que 3 puntos o 1. Es un cachondeo más hacia el Betis y a dormir tan agusto, más derrotada e impotente que con el 5-1 me sentí personalmente. Porque pudimos, lo intentamos y lo que tuvimos, no nos dejaron. Quién vea aquí fuera de juego, tiene un serio problema:

¿Y ahora que? Resulta que tampoco puede salir el entrenador a defender a su equipo y a su club, porque le cae una denuncia, por decir las 4 verdades que se debería de haber dicho hace mucho y nadie lo hizo, por fin un entrenador, un líder.

Y es que era para cabrearse mucho. Porque al resto de los mortales nos echan por hacer mal nuestro trabajo si eso acaba perjudicando al cliente seriamente, pero mañana, Estrada y compañía estarán tan tranquilos arbitrando en otro sitio. Como dijo Poyet, que nos lo expliquen, porque aquí ya estamos hartos, tres jornadas de cinco igual, pero luego a callar porque quién paga es el perjudicado. Se ríen de ti en tu cara y encima te toca ser sumiso.

Es lo que toca, tragar y callar, teniendo que ver como pisotean un escudo, un club, una afición y un trabajo bien hecho y esto seguirá así hasta que los clubes, juntos, den el golpe en la mesa, que digan basta ya, que se acabó, que no es un negocio ni el beneficio de tres o cuatro. Que es fútbol, sentimientos y mucho amor a unos colores. Y que eso, de verdad espero, algún día les estalle en la cara.

Artículo hecho por Ana Gutiérrez (@anita_bando)