El 2016 comenzó con una buena victoria ante en Celta de Vigo, victoria de un Málaga de Javi Gracia con una identidad definida, muy trabajado, defensivamente muy complicado para los rivales, con el mariscal Weligton siendo el jefe de un equipo que daba guerra a cualquiera, se llamase Barcelona, Madrid o Eibar. Nunca un partido por perdido, y siempre con opciones de ganar.
El Málaga tenía un entrenador de esos que hoy en día gustan, joven, metódico, con mucha horas de trabajo a sus espaldas. Un tipo, que no era carismático, pero que dejó el equipo al finalizar la temporada por una oferta irrechazable del Rubín Kazan ruso, y que ahora es cuando se le echa de menos.
La temporada 15/16 terminó con un Málaga salvado jornadas antes de la finalización de la misma, en la que incluso hubo momentos de pensar en algo mas que la permanencia, pero nada más lejos de la realidad.
Y con el final de la misma llego la salida de Javi Gracia y la llegada de Juande Ramos, su segunda etapa en la Costa del Sol, y con una expectativas altas tras haber ingresado el club mas cantidad de dinero por los nuevos contratos televisivos y una inversión deportiva en jugadores que la temporada anterior habían sido claves en sus equipos, como fueron Jony y Keko, dos jugadores de banda que crearon en la afición blanquiazul una ilusiones muy grandes.
También la llegada de Michael Santos, en el que el club desembolsó una cantidad superior a los 4 millones de euros, aunque era una incógnita ya que poco se sabía de él, procedente de River Plate uruguayo, y el salto a una liga europea y del nivel de la española creaban sus dudas sobre dicho fichaje.
Comenzaba la temporada de la ilusión, de la posibilidad de dar el salto de calidad, y un rival propicio para sumar, como era Osasuna, recién ascendido, y primer traspié, empate un primeras dudas. Aunque el Málaga fue mejor, no supo rematar la faena y lo aprovecharon los visitantes para empatar en los minutos finales.
Con la lacra que acompaña al Málaga últimamente como son los partidos fuera de casa, donde desde la victoria la temporada pasada en el Villamarin no ha vuelto a sumar los tres puntos, hacen complicado dar ese salto esperado. Esta temporada también se han sumado el gran número de lesionados de jugadores importantes que han dado protagonismo a jugadores de la cantera que han respondido con un gran nivel y que dejan claro que la Academia boquerona es un diamante en bruto con jugadores que aportan y bien.
El fortín de la Rosaleda, donde sólo ha conseguido ganar el Villarreal y el espíritu que ha demostrado el equipo, donde en casi todos los partidos ha remontado en los últimos minutos han permitido que este en una cómoda posición en la tabla a la finalización de este 2016 que nos deja con 21 puntos, 9 por encima del descenso, pero con muchas dudas en su juego.
Y faltaba la traca final, el pasado 22 de diciembre, día de la lotería, el jeque Al Thani anunciaba vía Twitter, su medio habitual, la dimisión de Juande, que dias antes había sido abucheado por gran parte de su hinchada tras el petardazo dado en copa como fue caer contra en Córdoba de segunda división y que fue mejor que el Málaga en ambos encuentros.
Se sembró la incertidumbre, la cual continúa, porque si bien Juande ha dicho que se va por la crispación creada con la afición, nadie le cree. Tras varios días de rumores sobre el posible nuevo inquilino del banquillo, se le ha dado en mando del equipo a Marcelo el “gato" Romero, ex jugador blanquiazul, admirado por su hinchada, y que lleva desde la llegada de Javi Gracia enrolado al cuerpo técnico del equipo. Se confía en él, hombre de carácter, y que esperemos que le salga bien su primera oportunidad y siga muchos años al frente del equipo. Suerte Gato, y VAMOS MÁLAGA!!!! FELIZ 2017!!!
Artículo hecho por Lakylu(@lakylu)
No hay comentarios:
Publicar un comentario