viernes, 6 de enero de 2017

CRÓNICA: ATHLETIC BILBAO 2-1 FC BARCELONA

TRAS EL ESCÁNDALO, EL CAMP NOU DECIDIRÁ

En una Noche de Reyes que se preveía mágica para las aficiones del Athletic de Bilbao y el Barcelona, con el protagonismo de Yeray antes de empezar, con las buenísimas noticias que nos ha traído su operación y el homenaje que le ofrecieron ambos conjuntos antes del inicio del duelo, el árbitro, Fernández Borbalán decidió que él seria el protagonista del resto de la noche.

El Athletic de Bilbao empezó muy fuerte y el Barça muy dormido. No conseguían superar la asfixiante presión Vasca, ni pasar del mediocampo con el balón controlado. Iniesta no conseguía hacerse con el mando del partido y tampoco le llegaban balones al tridente. Williams y Aduriz llevaban mucho peligro a la portería de Ter Stegen.


De todas formas éste acoso y derribo sólo duró 20 minutos, el tiempo que Neymar se enchufó y empezó a jugar sin piedad con la defensa rojiblanca aunque sin concretar las ocasiones que tenía, con la ayuda del resto del tridente. De todas formas, el espectáculo Borbalán empezó en el minuto 20, cuando una salida imprudente de Gorka ante Piqué, que a punto estuvo de dejarle fuera de combate, no fue señalada como penalti. Esa circunstancia la aprovecharon Williams y Aduriz por, en sólo 4 minutos y tras sendas recuperaciones de balón en territorio culé con errores de Iniesta primero y Jordi Alba después, poner un increíble 2-0 en el marcador, que parecía poder ser ampliado en poco tiempo.
Pero, tras los dos goles del Athletic, el partido se ensució y Aduriz debió de ser expulsado en el minuto 38 tras una agresión sin balón a Umtiti, tras propinarle un manotazo cerca de la boca de gol que a punto estuvo de dejar al francés sin respiración. Pero eso no sería todo, en tiempo añadido Etxeita cometió uno de los penaltis más claros de la historia sobre Neymar, que el árbitro no quiso señalar y terminó rematándolo con tarjetas amarillas a Iniesta, Jordi Alba y Busquets por protestarlo, cosa que dejó indignadísima a toda la parroquia culé en el descanso del partido.


La segunda parte parecía que no empezaba tan intensa como la primera pero con un Messi, al que todavía le duraba la indignación de la primera parte con el colegiado, cogió un balón para lanzar una falta, claramente perfilada para un diestro, en el minuto 53 y la clavó en la portería de Gorka, que poco pudo hacer para parar el trallazo del argentino. Ni protestar afirmando que el balón no había entrado le sirvió de nada, porque todo el mundo lo vio, incluso el árbitro.
Tras éste gol, el Barça buscó insistentemente el empate, que no llegaría a encontrar. De todas formas, aún habría tiempo para dos expulsiones, seguramente para compensar el despropósito arbitral de la primera mitad, a pesar de que fueron claras. Primero a Raúl García y después a Iturraspe, por sendas entradas duras y por detrás sin posibilidad de jugar el balón sobre Neymar, que también les impedirá jugar la vuelta el miércoles que viene en el Camp Nou.


El Barça acabó jugando los últimos 10 minutos de partido contra 9, pero ni la entrada de Paco Alcácer por Umtiti, fue suficiente para lograr ese empate tan deseado. De todas formas, tras un córner y en la última jugada del partido (tras añadir sólo 3 minutos después de todo el tiempo perdido en ésta segunda mitadI), primero Messi mandó un balón al palo y en la misma jugada Paco Alcácer no logró rematar a portería.
La lectura positiva del partido, en clave culé es que, a pesar de todo, salieron vivos de La Catedral y se va a decidir todo en el Camp Nou el próximo miércoles, donde los hombres de Luis Enrique se verán obligados a remontar conscientes de la dificultad de la empresa que se les presenta, aunque confían en tener el apoyo de la afición para conseguirlo.
Artículo hecho por Meri (@Mtenas)

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