REMONTADA VISITANTE CON POLÉMICA
El Eibar se llevó los tres puntos del Estadio de la Cerámica para Ipurúa con bastante suspense dado que su victoria quedó muy empañada por la actuación del colegiado riojano Ocón Arráiz culpable de la remontada armera.
Un partido que desde la previa se veía como uno de los más atractivos de la jornada en cuanto a calidad futbolística nos referimos, pues todas las expectativas se fueron al limbo debido a que el juez del partido quiso ser más protagonista que los jugadores.
Al principio, los dos equipos entraron con intensidad y con ganas de ser el primero en llevar la iniciativa con posesión de pelota y dominio del centro del campo. Ello contribuyó a la proliferación de jugadas de peligro en ambas porterías.
Con tanta igualdad en los primeros compases de partido donde el Villarreal, al ser el equipo local, llevó un poco más la iniciativa, aún así el Eibar nunca le perdió la cara al partido y en los primeros minutos del choque esperó bien replegado los primeros envites de los amarillos. No obstante, la balanza empezaría a desequilibrar a favor de los locales y ese momento fue el minuto 18, donde un perfecto centro de Mario Gaspar fue cabeceado por Roberto Soriano batiendo a contrapié al meta Yoel. Fue el 1-0.
No se vino abajo el Eibar, aunque la siguiente ocasión fue también del Villarreal en un disparo de Roberto Soldado que se estrelló en larguero. Era el minuto 26, y al minuto después llegó la réplica armera gracias a un libre directo que ejecutó Pedro León, pero su disparó salió muy poco por encima de la meta defendida por Andrés Fernández.
Con el 1-0 llegamos al tiempo de descanso, y ya en la reanudación cambió el rumbo del partido por completo. Al primer minuto de la segunda parte, el delantero del Eibar Kike García cayó dentro del área y el colegiado riojano decretó la pena máxima, porque interpretó que el defensa amarillo Álvaro zancadilleó al atacante del Eibar. La realidad es que tanto en el directo como en la repetición fue de un piscinazo descarado que sirvió para que Pedró León transformara la pena máxima y poner las tablas en el marcador 1-1.
A los pocos minutos, el defensor francés Florian Lejeune cortó un centro con la mano dentro su propia área, dicha conducta no fue penalizada por el árbitro, por tanto un penalti tan claro como una casa de payés que se lo comió con patatas. Acto seguido, una contra del Eibar puso el 1-2 en el marcador en una acción que finalizó Kike.
El Villarreal ante el desconcierto, se mostraba impotente para lograr el tanto del empate, porque en término de boxeo recibió un terrible gancho que lo dejó tumbado en la lona. El partido llegó a una fase donde hubo poco fútbol y muchas fricciones. Al Villarreal le faltaba tranquilidad, mientras que el Eibar se centraba en mantener la ventaja y tratar de manejar el partido.
Tanto que fue así, que el Eibar acabó por anotar el 1-3 a diez minutos del final al definir un contragolpe por mediación de Inui. El japonés contento por el gol, porque hacía mucho tiempo que no marcaba y porque conoció la noticia de que tiene que viajar a su país para recibir a los Reyes de España
Finalmente en el minuto 88, Soriano marcó el segundo gol de los locales, para así maquillar el partido, aunque gozaron de una magnífica ocasión para empatar por mediación de Mario, pero al final el resultado no se movió y el Eibar se llevó los tres puntos del Estadio de la Cerámica con una remontada polémica.
Artículo hecho por Jairo Peña (@jairopena69)
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