José Luis Martí Soler, para todos
“Martí”, deja hoy, 4 de febrero, su
puesto como primer entrenador del CD Tenerife después de encadenar una serie de
malos resultados que han llevado al equipo a mirar más hacia abajo que luchar
por el ascenso, que era el objetivo anunciado desde principio de temporada.
Martí llegó en noviembre de 2015
y se hizo cargo de un equipo en posición de descenso sustituyendo en el cargo a
Raúl Agné, quien, a su vez, había sustituido a Álvaro Cervera. Los malos resultados encadenados por Agné
precipitaron la rescisión de su contrato y su sustitución por el técnico
mallorquín, que hizo una buena campaña ese año, a la que no fue ajeno el olfato
goleador de Nano, quien luego habría de abandonar la disciplina del club para
fichar por el Éibar.
Como suele pasar en estos casos,
aunque su cese se produce después de perder ante el Granada (2-1), sería
injusto, a nuestro modo de ver, cargar sobre ese partido el motivo del cese del
entrenador. Las causas hay que buscarlas mucho más atrás, cuando, después de un
arranque de Ferrari que duró dos partidos, el equipo empezó a arrastrarse con
más pena que gloria por los campos de la división de plata.
Al final de la temporada
2015/16, y con vistas a la temporada siguiente,
2016/17, el CD Tenerife reforzó sus líneas y, aunque no se dijo desde el
principio, una meritoria segunda vuelta lo puso a las puertas del ascenso a
primera, aunque se encontró con el Getafe y no pudo superar la prueba del
partido de vuelta en el estadio del equipo madrileño.
Esa temporada terminó con una
afición totalmente enganchada al club, al que regaló un emotivo recibimiento en
Los Rodeos. Sin embargo, lo que se llamó “El espíritu de Los Rodeos”, no fue
aprovechado por el club, que acometió la temporada 2017/18 con una campaña
publicitaria muy criticada, renunciando al espíritu de Los Rodeos y a la cual,
en nuestra opinión, “no había por dónde cogerla”.
Empezó la liga y pareció que todo
iba sobre ruedas, pero el equipo empezó pronto a mostrar signos de flaqueza,
con un centro del campo ausente que propiciaba un equipo partido en dos, y una
banda izquierda donde no se había vuelto a recuperar el mordiente que le había
conferido Aarón Ñíguez, ahora en el Real Oviedo.
El problema de Martí podría ser
que no ha sabido gestionar bien los mimbres de este equipo, y así, ha ido
efectuando pruebas buscando el rendimiento óptimo, pero el equipo no ha
mostrado un claro patrón de juego. Por contra, se ha visto frágil en defensa y
romo en el ataque, donde único ha brillado Longo, ...por cierto, actualmente
lesionado.
Mirando ahora el panorama que se
encontrará su sustituto, creemos que uno de los aspectos necesarios para
enderezar el rumbo es la preparación física, así como las tareas de
recuperación a cargo del cuerpo médico y fisios, porque el Tenerife arrastra
una cantidad de lesiones que no se entienden y unas recuperaciones que tardan
mucho en producirse. Por ese motivo, no recordamos ni una sola semana en que no
haya algún jugador importante en la enfermería. A eso también habrá que ponerle
remedio.
En fin, toda la suerte del mundo
para Martí, de quien todos coinciden en señalar que es una buena persona, pero
que no ha sabido gestionar las posibilidades de este equipo, que,
posiblemente, le ha venido grande.
Deseamos acierto y suerte a quien venga a ocupar el puesto de primer
entrenador, y ver también a quién se trae como cuerpo técnico o ver a quién
coge de los de la casa.
A nosotros no nos queda otra que
apoyar al equipo, aplaudir lo que veamos bien y criticar con argumentos lo que
entendamos que no funciona, ya que no está en nuestra mano destituir a los
máximos responsables, Serrano, Zaragoza y Concepción.
Artículo hecho por Rafael Lorenzo
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