martes, 4 de febrero de 2014

Crónica: Málaga 3 vs 2 Sevilla

El doble pivote mejor

Emery intenta controlar un balón en el partido contra el Málaga. PEPE ORTEGA

Los que lo conocen aseguraban semanas atrás que estaba jugando casi en contra de su voluntad. Que los resultados habían hecho que quedara algo agazapado pero que su verdadera idea resurgiría a poco que las victorias calmaran el ambiente.

Si para colmo, el partido ante el Getafe le sirvió para llevarse los primeros elogios desde que es entrenador del Sevilla, todo se estaba cimentando para lo que ha ocurrido en los dos últimos partidos.

El Sevilla de los primeros encuentros que lo tuvo último clasificado y el que se vio ante Levante y Málaga es el Sevilla de Emery. Es el Sevilla que quiere el entrenador vasco y en esa idea ha estado insistiendo.
Fue en la previa del partido ante el Espanyol cuando se vio prácticamente sentenciado y dijo aquello tan ilustrativo de "no moriré con mis ideas". Toda una declaración de intenciones pero sólo temporal. A la espera de que la tempestad se calmara.

Ante la unánime petición de aficionados, prensa, directivos y hasta jugadores, optó por resguardar más a su equipo para que la defensa del equipo, insegura de por sí, se sintiera más arropada y así pudiera ganar en confianza.

Con esos mimbres se consiguió estar siete semanas sin perder un partido en Liga y hacerse fuerte fuera de casa, algo realmente impensable en el último año y medio. Tan clara era la consigna que en los choques ante el Racing y el Estoril en casa también se jugaba con los dos medios defensivos.

Iborra empieza a desaparecer
Es cierto que el Sevilla en casa tenía que dar un paso más. Muchos equipos le dan la pelota y con dos jugadores de ese corte se le hacía complicado que saliera el talento. Llegó el partido ante el Getafe con un Sevilla con dos delanteros pero Mbia en el terreno de juego. Iborra empezaba a desaparecer.
Ese partido, uno de los que mejor ha jugado el Sevilla y con un resultado contundente, le dio alas a Emery. Hizo un mal partido en Elche pero el punto en el Calderón le dio caché al equipo. Y ahí se sintió cómodo el técnico para volver a su idea original. Con la inclusión de Pareja, para el técnico sobra Iborra, que está aportando mucho y bueno al equipo.

Aunque jugó bien ante el Levante, el Sevilla evidenció que es muy fácil hacerle daño. El Levante le marcó tres goles y el Málaga, que no había anotado en 2014, otros tres. Además, Unai salió en La Rosaleda con defensa de cinco para cubrir a Juanmi.

Lejos de seguir forjando un equipo seguro atrás, Emery volvió a poner a Rakitic en la medular en esos dos partidos. Porque, aunque cambiara cuando vio que peligraba su puesto, ésa es la idea de Unai.

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