El Atlético de Madrid comienza la presente edición de la Champions de la peor manera posible, pagando sus inusuales errores defensivos y no encontrando el gol en los momentos determinantes ante un Olympiakos confiado de sí mismo y sin temor a la superioridad colchonera.
El Atlético de Madrid salió con Oblak, Juanfran, Miranda, Godín, Ansaldi, Gabi, Mario, Koke, Arda, Raúl García, Mandzukic. También jugaron Griezmann, Saúl y Cerci.
El Olympiakos de Michel jugó con Roberto bajo palos, Elabdellaoui, Abidal, Botía, Masuaku, Maniatis, Kasami, Domínguez, Milivojevic, Afellay y Mitroglou. También jugaron Giannoulis, Fuster y Ndinga.
Aunque en el inicio del partido parecía claro dominador del balón el Atlético de Madrid, sin embargo, las alas noticias no tardaron en llegar ya que Gabi fue amonestado al comienzo del encuentro y Mandzukic recibió un codazo en la nariz. El primer tanto llego tras la salida de un córner, el club griego sacó en corto sin que nadie taponara el pase, el balón acabó en los pies de Masuaku, quien libre de marca en la frontal, chutó a puerta.
El Atleti supo reaccionar con un Ansaldi muy dinámico y con Arda que disponía de total libertad en el centro del campo. Pronto llegaron las ocasiones que no supo aprovechar Mandzukic. La igualada en el marcador parecía cada vez más cercana cuando otro despiste defensivo volvió a romper los esquemas del Atlético, tras una contra protagonizada por Domínguez, Mario Suarez y Ansaldi se hicieron un lio y el balón cayó a los pies de Afellay quien solo tuvo que batir al guardameta debutante Oblak.
La conexión Ansaldi-Mandzukic volvió a aparecer, y un buen centro del argentino al segundo palo encontró la cabeza del croata, que cruzó el balón a la perfección y la puso lejos de Roberto.
En la segunda parte, volvió a suceder lo mismo, el Atlético de Madrid era claro dominador del balón y gozaba de ocasiones para poner las tablas en el marcador.
Sin embargo, tras un error clamoroso de Ansaldi, Kasami penetró hasta el interior del área y dio el balón en bandeja a Mitroglou quien solo tuvo que recortar y batir al guardameta esloveno. De esta manera, el partido parecía casi sentenciado. Con la entrada de Griezmann al campo el Atleti poseía una mayor movilidad en el juego, gracias a esto, el propio jugador francés recortó distancias en el marcador.
El equipo del Manzanares lo intentaba con balones aéreos que buscaban la cabeza de Cerci o Mandzukic. Finalmente, el equipo colchonero no supo materializar dichas ocasiones y el encuentro acabó con la victoria del Olympiakos por tres goles a dos.
Al Atlético de Madrid se le complica la fase de grupos tras esta derrota ya que, el próximo partido es en el Vicente Calderón frente a la Juventus, equipo que consiguió la victoria por 2-0 frente al Malmö.
Vía: Tiempo de Futból: http://tiempodelfutbol.blogspot.com.es/
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