martes, 27 de octubre de 2015

MOLINA, YO TE QUIERO

Hay veces en que la vida puede llegar a jugar muchas malas pasadas, que llegue algo que de pronto te frene en seco cuando mejor demostrabas estar, y eso, en el fútbol, pasa mucho y a muchos.

Tener que lidiar con con esos golpes que van llegando y que pueden hacer que pases de gozar de goles, continuidad y titularidad a ver como vas empezando a disponer de menos minutos para pasar a ser suplente, y por si no fuera eso ya un castigo si el susodicho es un jugador con nombre ya en la historia del club, súmale una lesión que le obligue a pasar de suplente a ni entrar en la convocatoria. No es plato de buen gusto para nadie que se precie.

Esta lucha ya no es solo con ese tipo de cosas, sino también con el exterior, ¿Que necesidad hay de que se desprestigie a un jugador que en el fútbol de los soberbios su escudo sea la humildad? ¿Que necesidad hay de infravalorar a un jugador que con goles ha contribuido a dos ascensos y que marcó el definitivo para la clasificación en la UEFA? ¿A caso es normal que se pida banquillo o venta de un jugador que porta el brazalete de capitán como pocos lo han llevado? ¿Que defiende esta camiseta con sudor y sangre a pesar de tantas barbaridades sin sentido como seguramente haya escuchado de esta afición a la que se debe desde hace 6 años? No veo la justicia en ningún lado.

Un jugador que ha entrado en los números del club, en silencio, con humildad, sencillez y buena capitanía; con esa competencia que siempre ha tenido en la delantera. ¿Dónde esta el reconocimiento y valoración que merece?

Molina, yo te quiero. Te quiero en mi equipo de por vida, te quiero siempre capitán, te quiero ver una y otra vez demostrar lo que vales y te quiero volver a ver callar las bocas que siempre callas. Hay muchos ciegos que dicen verte y defienden sus ideas sin argumentos, pero seguro que no son más que los que tenemos los ojos libres y preparados para cuando que vuelvas a calzarte las botas y enfundarte el 19 cual guerrero, poder disfrutar cada segundo de Don Jorge Molina.

Artículo hecho por Ana Gutierrez (@anita_bando)

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